El matrimonio, de Vigo, culpa a la canguro, quien alertó de que los niños decían ver «gente con dos cabezas».
04 may 2010 . Actualizado a las 03:21 h.Un matrimonio uruguayo que reside en Vigo desde hace un decenio lucha para recuperar la custodia de cuatro de sus cinco hijos en común. La Xunta internó la semana pasada a los menores, dos gemelos de tres años y otros dos hermanos de 5 y 9, porque estos resultaron intoxicados con benzodiacepinas, el mismo componente ansiolítico que intoxicó recientemente a varios bebés de una guardería viguesa.
La pareja culpa a una cuidadora venezolana de 31 años a la que dejaron a cargo de los niños durante una tarde-noche, a finales de abril. Esta llamó varias veces a los padres para advertirles de que pasaba algo «raro», puesto que los pequeños parecían hiperactivos y decían que «veían gente con dos cabezas».
Tanto el matrimonio como la canguro han sido imputados por la jueza en un auto dictado el pasado 28 de abril. De la declaración de la cuidadora se desprende que esta se hizo cargo de los cuatro pequeños entre las 18 horas del 24 de abril y las 1.55 horas del 25. Según su versión, telefoneó varias veces a los padres para avisarlos de que los menores no le hacían caso. El progenitor dejó el bar que regenta para ver qué ocurría. «No noté nada anormal», aseguró ayer. Castigó a los que se portaron mal y regresó a sus labores.
«Decían cosas raras»
Ya de madrugada, los menores hablaban de forma tan incoherente que la madre llamó a la canguro para pedirle explicaciones. Quería saber qué les había dado de comer porque «decían cosas raras». Los llevaron al hospital en ambulancia, donde los análisis orgánicos confirmaron una intoxicación de benzodiacepina. Los menores pasaron 36 horas en el hospital y luego la Xunta los trasladó a un centro.
En el interrogatorio, la cuidadora alegó que era posible que, en un descuido, los pequeños le quitasen algún trocito de su medicación, que llevaba en el bolso, o que la hubieran obtenido de un cajón de la propia casa familiar. «En cierta forma, reconoce que lo hizo ella, aunque sea por accidente», dijo ayer el padre.
La familia estuvo ayer con su abogado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo para hacer gestiones relativas al caso e intentar recuperar a sus hijos. La madre tiene otro cinco vástagos de una relación anterior, los cuales residen en Uruguay.
«La Xunta se los ha llevado a un centro, pero vamos a recurrir la medida cautelar», indicó el progenitor, que añade que en los interrogatorios, las autoridades les preguntaron de dónde salieron los medicamentos. «Era ella [la cuidadora] la que los llevaba en la cartera. Si se los tomaron por accidente, como dice, por qué no avisó a una ambulancia», afirma.
En un pastillero
La razón de que la jueza haya imputado a los tres es porque, según la pesquisa, todos tenían a mano tranquilizantes o ansiolíticos. Los padres insisten en que el análisis reveló la presencia de benzodiacepina, componente de una de las cajas que la canguro guardaba en su bolso. «Ella dice que los tenía ocultos en el pastillero, pero, entonces, ¿cómo los encontraron los niños?», se pregunta el padre.