Portugal congela el AVE a Galicia al destinar sus ayudas de la UE a Lisboa

Carlos Punzón
Carlos Punzón REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

Asegura tener permiso de Bruselas y admite que el tramo Oporto-Vigo deberá optar a futuras subvenciones

19 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El proyecto del AVE entre Oporto y Vigo lleva camino de quedar congelado indefinidamente al declarar de forma oficial el Gobierno portugués que centrará todos sus esfuerzos técnicos y económicos en la construcción del tramo que unirá Lisboa con Madrid. La decisión tiene un carácter tan firme que el Ejecutivo de José Sócrates asegura incluso tener ya permiso de la Unión Europea para destinar al arranque del tren rápido en la capital de la República las subvenciones que Bruselas había concedido a otros tramos de la misma línea al centro de España y, lo que es peor para Galicia, también los fondos comunitarios con los que se iba a pagar una parte sustancial de la línea entre Oporto y Valença.

El desvío de los fondos comunitarios es adoptado por el Gobierno luso para frenar las críticas unánimes, incluso dentro del propio Partido Socialista, por intentar aplazar a un momento económico más propicio la construcción del tercer puente sobre el río Tajo por el que entraría en Lisboa el tren rápido.

El Ministerio de Obras Públicas luso había incluso puesto encima de la mesa la semana pasada la posibilidad de reconvertir el puente 25 de abril para que fuera utilizado por el AVE, pero las dificultades técnicas de dicha solución y el rechazo social y político llevaron a replantearse el calendario de la alta velocidad en el país para concentrar en un único punto el esfuerzo presupuestario y todas las subvenciones aportadas por Bruselas. Sócrates ya ha anunciado que retrasará unos meses el concurso de construcción del nuevo puente, para reducir su presupuesto de adjudicación en la misma medida en la que se incrementarán las ayudas comunitarias tras detraerlas del tramo limítrofe con Extremadura, y del Oporto-Valença, para el que la UE había destinado 140,14 millones de euros de los 845 en los que está valorada su construcción.

Bruselas también había subvencionado con otros 103 millones el tramo Vigo-Tui, cuyos 25 kilómetros tendrán un coste que se acercaría a los 500 millones de euros.

Aplazamiento evidente

Portugal en todo caso ha revestido la decisión de concentrar las ayudas comunitarias en el puente lisboeta como una salida urgente con la que evitar la pérdida de las subvenciones de la UE, dado que deberían ser utilizadas antes del 2013. Con ello, el Gobierno de Sócrates evidencia que las obras del Oporto-Vigo no comenzarán en los próximos tres años. Dicho horizonte choca frontalmente con el último anuncio hecho por el Ejecutivo luso de inaugurar en el 2015 el AVE lusogalaico, tras retrasarlo dos años ante la necesidad de reducir déficit público.

El secretario de Estado de Transportes portugués ya ha avanzado que el tramo Oporto-Tui deberá recurrir a las ayudas europeas que se aprueben para el período 2013-2020, a las que en principio no podrá optar Galicia al dejar de ser región objetivo número 1 para la UE.