Toda la costa lucense vive una situación de máxima alerta por las lluvias que se iniciaron ayer y que todavía hoy persisten. 900 niños se han quedado sin clase.
11 jun 2010 . Actualizado a las 01:11 h.Carreteras cortadas, accesos a núcleos urbanos con problemas, algunos colegios sin clase, personas evacuadas y gran cantidad de bajos y sótanos inundados son algunos de los problemas que ha provocado el temporal de lluvia en la costa de Lugo, que se inició ayer y que todavía persiste.
La Consellería de Presidencia informó en un comunicado de 54 incidencias esta noche en la Mariña lucense, la mayoría relacionadas con la inundación de viviendas, carreteras y calles, sobre todo en los ayuntamientos de Barreiros, Burela, Cervo, Foz y Ribadeo, por lo que ha desplegado un dispositivo para mitigar la situación dado que la Comunidad permanece en alerta amarilla por intensas lluvias. En las últimas horas el servicio de emergencias 112 de la Xunta atendió en las últimas horas más de 70 llamadas.
Un total de 8 carreteras de titularidad provincial permanecen cortadas al tráfico según informó a Efe el diputado provincial de Obras, Manuel Martínez. Los viales por los que es imposible transitar son dos en el municipio de Barreiros, otros dos en Ribadeo y uno en Vilanova de Lourenzá, Viveiro, Cervo y Xove. Además en el municipio de Ribadeo se ha desplomado un puente en la carretera que tiene como destino la playa de As Catedrais, lo que ha hecho que hasta la Mariña se hubiera desplazado el presidente de la institución, José Ramón Gómez Besteiro, y la vicepresidenta segunda, Lara Méndez.
Además, en otros puntos del interior, como Castro de Rei o Bóveda, también se han registrado problemas en algunas vías como consecuencia de la caída de árboles.
«Estamos muy mal», aseguró a Efe el alcalde de Burela, el socialista Alfredo Llano, quien resumió la situación y explicó que la avalancha de agua está siendo «de tal magnitud» que los sumideros están resultando insuficientes para gestionar el agua.
El regidor reflejó con cierta importancia que hay «cantidad de negocios inundados» y varios coches se quedaron en una bolsa de agua que existe en el principal acceso a la ciudad.
Efectivos de Protección Civil y Policía Local trabajan «a destajo» e incluso lo hacen con refuerzos y motobombas, pero todo resulta «insuficiente», afirmó el alcalde, porque «no damos hecho».
Además, la previsión para las próximas horas no es optimista y si no para de llover «es impredecible lo que puede pasar», porque el monte Castedo «está echando agua por todas partes sin parar y eso es muy problema muy gordo», subrayó el alcalde de Burela.
Además, el Ayuntamiento decidió suspender las clases en los colegios y la escuela infantil «para evitar males mayores», pues muchas calles de la capitalidad de este municipio están inundadas y el río Matos «podría desbordarse en breve».
El propio alcalde y la teniente de alcalde, Neves Cando, pasaron la noche y continúan esta mañana recorriendo todo el municipio, visita que también realizará a las principales zonas afectadas a lo largo de la mañana el titular de Presidencia, Alfonso Rueda.
Lacónico pero igualmente expresivo se mostró a Efe el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, quien apremiado por el factor tiempo dijo que la situación «está muy mal».
«Los regatos son ríos y los ríos mares», relató. En este municipio fue necesario evacuar a tres mujeres, que previamente hubieron de ser rescatadas, para evitar que se quedaran aisladas en el lugar de A Ponte, donde el puente sobre el río Grande corre un serio peligro de venirse abajo.
Las zonas de interior de Ribadeo son las más afectadas y el alcalde está recorriendo todos los puntos para conocer 'in situ' todos los problemas.
Tampoco se libra el municipio de Barreiros, donde el alcalde, Alfonso Fuente Parga, aseveró que la parte más complicada se encuentra en la localidad de San Miguel.
En este punto los bajos de varias casas sufrieron inundaciones esta madrugada que persisten por la mañana.
Las brigadas trabajan para restablecer el acceso a una vivienda que quedó completamente derruido y los ríos más pequeños amenazan con desbordarse.