La investigación confirma que el uso de dinamita es mayor de lo que se temía

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA/LA VOZ.

GALICIA

Los marineros pasaban de obtener cien kilos de sardina a dos toneladas con el empleo de explosivos

27 jun 2010 . Actualizado a las 03:07 h.

Los cuerpos policiales que se encargaron de llevar a cabo la investigación contra el uso de dinamita para la pesca bajo la coordinación del titular del Juzgado número 2 de Cambados tenían no solo la sospecha, sino también la certeza y las pruebas de que el empleo de explosivos en las Rías Baixas estaba más extendido de lo que se creía. Aun así, están sorprendidos por la cantidad de dinamita hallada y por las declaraciones de los imputados, que reconocieron -co hizo el patrón mayor de Vigo- que al menos una cuarta parte de la flota de cerco utiliza este método ilegal.

Por eso ahora, a la espera de que se investiguen a fondo los nuevos datos obtenidos en las declaraciones ante el juez Carballal, todos ellos están convencidos de que el uso de la dinamita en la pesca, lejos de ser una práctica residual, está muy extendido entre el sector, sobre todo en las Rías Baixas. Fuentes de la investigación creen que en el norte no se emplea tanto la dinamita, bien por una cuestión cultural, bien porque ya hubo operaciones -como la desplegada en Camariñas-, que pudieron tener un efecto disuasorio.

El hallazgo del zulo descubierto en la noche del viernes en el lugar de Arra, en Montalvo (Sanxenxo), ha dado un vuelco a las pesquisas. En primer lugar, el principal sospechoso, el armador José Deza Castro, deberá pasar de nuevo por los juzgados, y es posible que se le quite la fianza de 90.000 euros decretada para su puesta en libertad.

Finalmente, son cerca de 120 kilos de explosivos los incautados en la operación, 27 el pasado martes y en torno a 90 el viernes. Porque si bien es cierto que la cantidad hallada en las fincas del lugar de Arra pesaban 120 kilos, a ese total hubo que restar el peso de los recipientes. A lo que hay que sumar 1.200 detonadores y cien metros de mecha.

El material apareció semienterrado en varias garrafas en Montalvo, cuatro en un galpón propiedad de Manuel Soto, uno de los arrestados que quedó libre con cargos, y en un viñedo propiedad de su hijo. En una quinta, hallada en un lugar cercano, se encontraron los detonadores.?

Pruebas contundentes

A ocho de los nueve arrestados se les imputa un delito por tenencia y tráfico ilegal de explosivos, y otro contra el medio ambiente. Para poder demostrar este último es necesario disponer de pruebas que certifiquen que los acusados no solo tenían la dinamita, sino que también la usaron para pescar. Pero esas pruebas existen, porque el sigiloso trabajo desarrollado desde el pasado mes de noviembre por la Guardia Civil permitió infiltrar agentes en puertos como el de Vigo, que grabaron desde el centro comercial con potentes equipos audiovisuales cómo los pescadores faenaban utilizando los cartuchos cargados de dinamita. Las penas por este delito pueden llegar hasta los ocho años de cárcel, ya que se trata de un grave atentado contra el medio ambiente. Además de esquilmar las aguas, el uso de la dinamita supone un botín exquisito para los infractores. De los cien kilos de sardinas que pueden obtener solo con el uso de las redes, pasan a conseguir hasta dos toneladas con los explosivos.

El delegado del Gobierno en Galicia aplaudió la que es la operación de mayores dimensiones desplegada en Galicia para combatir el uso ilegal de explosivos en el ámbito de la pesca y expresó su deseo de que disuada en lo sucesivo a quienes recurren a métodos ilegales para pescar. Louro subrayó que dispositivos como este muestran que «ningunha infracción denunciada pola cidadanía cae en saco roto».?