El ministro de Fomento cree que no se entenderían recortes en sueldos y pensiones sin este ajuste en inversión
25 jul 2010 . Actualizado a las 03:46 h.El ministro de Fomento, José Blanco, visitó ayer las obras del puerto exterior de A Coruña, donde reconoció como «normal» la preocupación del sector de la construcción por los recortes en inversión pública que su departamento ha anunciado para Galicia y que podría llevar al paro a 2.000 gallegos. Esos recortes supondrán una caída del 60% del dinero inicialmente previsto, es decir, 86 millones de los 162,2 que estaban repartidos entre 16 proyectos.
José Blanco justificó este tijeretazo asegurando que «ningún español entendería que rebajáramos el sueldo de los funcionarios, que congeláramos las pensiones, que tomáramos medidas de ajuste y que estas no llegaran a la obra pública». Añadió que a los ciudadanos «hay que decirles la verdad: que se necesita bajar el ritmo de ejecución de algunas obras públicas para que el país responda al desafío de conseguir el equilibrio de las cuentas públicas para iniciar una senda de crecimiento, recuperación y creación de empleo». Dijo que cuando se retome la senda de la recuperación económica «podremos retomar el ritmo de inversión pública».
Por otro lado, el ministro de Fomento negó ayer que las obras de la autovía del Cantábrico (A-8) estén paralizadas y matizó que cuatro tramos en Galicia «siguen su ritmo» para poder entrar «pronto» en funcionamiento. Admitió que otros tramos «van a sufrir algún retraso» de acuerdo a los recursos presupuestarios disponibles en cada anualidad. «Lo que hay son retrasos, no paralización», puntualizó y explicó que ya se ejecutó todo el dinero disponible para esta anualidad en algunas fases. «Por lo tanto, hay que esperar a la próxima anualidad para seguir ejecutando y desarrollando esa actuación», dijo.
«Es verdad que a todos nos gustaría que algunas obras fueran un poco más deprisa, pero hemos priorizado aquellas inversiones que a juicio del Gobierno eran importantes; aspiro a volver a recuperar recursos públicos para acelerar la obra pública una vez que entremos en la senda de crecimiento mayor», insistió. Por su parte, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, dijo que «toda Galicia está preocupada por esos recortes» y que la Xunta está a la expectativa de los retrasos que puedan implicar para infraestructuras como la autovía del Cantábrico, la autovía alternativa a la AP-9.