Dos jóvenes gais fueron víctimas de una salvaje agresión homófoba el sábado por la noche en los jardines de Méndez Núñez, en A Coruña
16 sep 2010 . Actualizado a las 04:11 h.Los dos se llaman Iago y el sábado por la noche iban de la mano por los jardines coruñeses de Méndez Núñez. El más joven cumplía 20 años ese día y lo estaban celebrando. Pero se cruzaron con un grupo de tres chicos, «de esos que tienen algún tipo de problema cuando ven a dos hombres que se quieren». Uno de ellos, que debía tener 16 años, les gritó: «Dais asco. Con Franco esto no pasaba». Los otros, menos nostálgicos, la emprendieron a insultos. Echaron por esas bocas el tratado de la homofobia de la A a la Z, «diciéndonos todo ese tipo de cosas que a veces tenemos que oír los gais», multiplicadas por tres, cuando Iago abrazó a Iago para aclararles que sí, que eran novios y que no iban «a responder a la provocación».
Ahí quedó la cosa hasta que una hora después, a muy pocos metros de allí, entre decenas de jóvenes practicando el botellón, los homófobos de antes, acompañados de otros diez, aprovecharon un altercado para ir contra ellos y darles la paliza de su vida. A uno le rompieron la nariz, la muñeca y le llenaron el cuerpo de moratones. Su compañero, aunque también lo molieron a puñetazos y patadas, no tiene nada roto, pero le duele hasta el respirar. Esto es lo que les ocurrió el sábado de madrugada a dos chicos de 20 y 26 años porque caminaban de la mano.
Nada más enterarse de lo sucedido, todos los colectivos de gais y lesbianas de Galicia acordaron convocar una concentración de repulsa para mañana, en la misma zona en la que se produjo la agresión. Fito Ferreiro, desde el colectivo 7Cores, cree que hay que ir a la cita, que «no podemos callarnos ante una agresión de este tipo. Tenemos que denunciar porque una cosa son las risas o los insultos, y otra es recibir una paliza». También Iago, el que tiene 26 años, habla de insultos o risas como una prueba superada, como algo a lo que ya están acostumbrados. Cuando alguien se mofa, ellos pasan. «Si uno es homosexual, es triste, pero ha de vivir con el escarnio de algunos», comenta un amigo de los agredidos, que pone el ejemplo de un niño coruñés de 12 años que ha tenido que cambiar de colegio este curso porque sus 20 compañeros de clase le hicieron la vida imposible.
A los dos agredidos les fue mejor. Hasta el sábado por la noche, cuando les dieron «una brutal paliza solo por ir cogidos de la mano». El mayor cree que «una cosa son los insultos, pero cuando se llega a la agresión, es que algo falla en la sociedad».
No quieren ser protagonistas de nada. Pero quieren dar la cara «porque este tipo de cosas no pueden seguir pasando». Ni el pegar a un gay por serlo, «ni que la policía haya tomado el asunto a la ligera, sin intentar identificarlos cuando les estábamos diciendo donde estaban. No solo se negaron a ir, es que uno de ellos nos dijo que no iba a meterse en los jardines pegando tiros». Y es que los agredidos también denunciaron en la Jefatura de Policía la actuación de los agentes. Dicen que llegaron tres coches patrulla y «no hicieron nada por coger a los agresores».
Desde la policía se aclara que los guardias actuaron siguiendo las normas y que los agresores fueron grabados por las cámaras de seguridad. «Los vamos a coger», aseguran. Pues si los cogen, «ojalá vayan ellos de la mano a la cárcel».