Los dos sospechosos mayores de edad, de 18 y 19 años, serán juzgados por un tribunal penal ordinario
17 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los alumnos del colegio público Virxe da Saleta que estuvieron implicados en el robo y posterior incendio registrado en el centro el pasado mes de agosto serán expulsados de las aulas. Así lo confirmaron ayer fuentes del propio centro educativo que, a la espera de saber exactamente quiénes fueron los que participaron en los actos vandálicos -por el momento el caso está bajo secreto sumarial por tratarse de menores de edad-, adelantaron ya la intención de la directiva de tomar medidas disciplinarias contra ellos. Dada la gravedad de lo ocurrido, esos expedientes terminarán con la expulsión de los chicos.
Y es que tanto las autoridades policiales y judiciales como las educativas están decididas a que los delitos que cometieron los cinco jóvenes detenidos por la Guardia Civil de Cea el pasado martes no queden impunes. Los tres de menor edad, de 15, 16 y 17 años, no solo tendrán que afrontar las consecuencias escolares, sino también las judiciales, ya que han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores, desde donde ya se estudian las medidas a tomar.
Por su parte, los dos adultos arrestados, de 18 y 19 años y vecinos de O Carballiño, serán juzgados por un tribunal penal. De momento, se les imputan los delitos de sustracción de vehículo, daños e incendio en turismo, daños y robo en inmueble e incendio forestal. Todas esas infracciones están contempladas en el Código Penal y castigadas, cada una de ellas, con penas de prisión de al menos un año.
Fuentes del colegio público de Cea confirmaron ayer que parece claro que los detenidos conocían perfectamente el colegio ya que sabían cómo desconectar la alarma para poder acceder al interior. Así, se cree que los jóvenes fueron primero al edificio para cortar la electricidad y conseguir que, tras unas horas, se desconectasen los sistemas de seguridad. Al parecer, después entraron y, tras robar cinco ordenadores, provocaron un incendio que calcinó por completo la zona de primaria.
Todo ello después de haber robado un coche -que también habrían utilizado para ir a las piscinas municipales y destrozar los vestuarios- y que después quemaron, provocando con ello un incendio forestal.
Más seguridad
Dado que no se trata de la primera vez que ocurren incidentes vandálicos en el centro -anteriormente ya se habían registrado roturas de cristales, pintadas e incluso inundaciones-, la directiva va a solicitar a la Subdelegación del Gobierno la instalación de cámaras de vigilancia que estén operativas durante los fines de semana y las noches, momento habitualmente aprovechado por los gamberros para actuar. Por ahora, ya se ha colocado una nueva alarma.
Por otro lado, ayer continuaban contra reloj los trabajos para poner todo a punto en las aulas de primaria, hasta ahora inutilizadas por el fuego. Se espera que hoy puedan ocuparlas los escolares más pequeños -que habían sido reubicados en las de secundaria- para que los mayores empiecen el curso.