Los Presupuestos del año que viene dejarán de ser un termómetro fiable para las obras que se incluirán en el Plan Extraordinario de Infraestructuras, esto es, en la fórmula de colaboración público-privada. De esta manera se financiará todo el acceso ferroviario desde Olmedo (Valladolid) a Ourense, así como dos tramos de la A-56 (Ourense-Lugo) y la circunvalación de Pontevedra que formará parte de la futura A-59. Estos contratos, que comenzarán a licitarse este año, tienen de momento carácter extrapresupuestario -no computan en el déficit- e incluyen el mantenimiento de la infraestructura. De hecho, en la mayoría de los casos comenzarán a amortizarse una vez terminada la infraestructura y durante los 25 o 30 años que dure la concesión.
Son precisamente los recortes presupuestarios y la estrategia de concentrar las licitaciones pendientes del AVE en un único contrato, dentro de la fórmula de colaboración público-privada, los que han propiciado un importante descenso de los contratos que el ministerio ha sacado a concurso en lo que va de año. En los cinco primeros meses del 2010 -los únicos de los que constan datos en las estadísticas del ministerio-, el Grupo Fomento ha licitado 106,8 millones de euros, que contrastan con los 297,9 que salieron a contratación en el mismo período del año pasado.
De hecho, el pasado mes de abril ha sido el único de la historia -al menos desde que hay datos registrados, esto es desde 1989- en el que el Ministerio de Fomento no ha licitado ni un solo euro con destino a la comunidad gallega.