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Portugal aparca el AVE a Galicia al usar las ayudas de la UE en el Lisboa-Madrid

Carlos Punzón
Carlos Punzón REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

El gestor de la alta velocidad lusa reconoce ahora que no iba a empezar el tramo fronterizo antes del 2013

30 sep 2010 . Actualizado a las 04:07 h.

El AVE entre Oporto y Vigo ha dejado de tener definitivamente calendario de ejecución. Lo que hace cuatro meses había sido planteado como una posibilidad, acaba de ser confirmado por la Red Ferroviaria de Alta de Velocidad de Portugal (RAVE), al anunciar sus responsables que preparan un nuevo concurso para la línea Lisboa-Madrid con el fin de incluir en él las subvenciones que la Unión Europea les había concedido para construir la red de alta velocidad entre Braga y Valença, tramo básico del proyectado tren rápido que enlazaría en Tui con el eje atlántico.

La concreción de las intenciones del Gobierno de José Sócrates oficializa así la paralización sine die del proyecto de AVE lusogalaico, que debería entrar en funcionamiento en el 2015, última fecha acordada por los Ejecutivos de ambos países tras sucesivos aplazamientos. El tren rápido interfronterizo se quedará pues sin los 140,14 millones de euros que Bruselas le había concedido para el tramo luso, y consecuentemente sin los 104 millones destinados a España para levantar el eje Vigo-Tui, que el Ministerio de Fomento ha reiterado que no hará si no tiene continuidad al otro lado de la frontera.

Sin esas ayudas, ninguno de los dos países estará en disposición de ejecutar un proyecto cuyo presupuesto está fijado en 845 millones en territorio portugués y en 500 en Galicia, y en el que no estaba prevista la participación de la iniciativa privada.

La confirmación realizada por la RAVE, adelantada por La Voz el pasado mes de mayo, incluye también la congelación del tramo Oporto-Lisboa (previsto para el 2017), pues las ayudas que para ese trazado había concedido la UE también serán utilizadas en la línea que unirá la capital lusa con Madrid.

No antes del 2013

El desvío de los fondos comunitarios es argumentado desde el organismo responsable de la red de alta velocidad portuguesa como la única solución posible para no perder las ayudas concedidas al país vecino por la UE, dado que serían retiradas por Bruselas si no fuesen utilizadas antes del 2013. Con dicha maniobra, la RAVE evidencia que no tenía previsto iniciar la línea a Galicia antes de tres años, lo que hasta ahora había sido negado por el Gobierno de José Sócrates, quien en persona o a través de su ministro de Obras Públicas insistía hasta hace unas semanas que no había variado su compromiso de enlazar Oporto con Vigo en el 2015.

Pero en realidad la decisión formalizada ahora por el planificador de la alta velocidad en Portugal lleva un año gestándose. Desde que el Ministerio de Finanzas señaló la obra del AVE Oporto-Vigo como uno de los futuros focos de generación de déficit público y una infraestructura incapaz de cubrir sus gastos de construcción y mantenimiento, el ministro de Obras Públicas no pudo más que demorar una paralización que ahora llega por la vía de los hechos.

Crisis económica

La situación económica de Portugal es señalada como la causa de esta reprogramación de las subvenciones europeas, con la que la Administración lusa intenta frenar un debate político suscitado en su país sobre el coste del proyecto del AVE que partirá de Lisboa. La pasada semana suspendió la licitación del tramo de partida del tren rápido desde la capital lusa, para reformular su coste, que ahora resultará menor al concentrar en él las ayudas de Bruselas, estimadas en 600 millones, al sumar a las ya previstas para dicho punto las concedidas para el eje Oporto-Lisboa y Braga-Valença. La construcción de un nuevo puente sobre el Tajo absorberá una gran parte de los 2.400 millones de euros en los que está presupuestada toda la línea, que del otro lado de la frontera ya cuenta con las primeras adjudicaciones realizadas por Fomento en Badajoz.

El Gobierno de Sócrates tiene previsto relanzar en marzo el concurso que acaba de paralizar en Lisboa, pero hasta el presidente de la República cuestionó públicamente su oportunidad ante la crisis que vive el país.