La enfermera que cometió el error que mató a un bebé está de baja y muy afectada
FERROL CIUDAD
Los restos mortales de la recién nacida recibieron ayer sepultura en un cementerio parroquial de Cabanas
27 nov 2010 . Actualizado a las 02:59 h.Los restos mortales de la recién nacida que falleció el pasado fin de semana por un accidente ocurrido en el hospital público de Ferrol Arquitecto Marcide, tras el parto de la madre, recibieron ayer sepultura en un cementerio parroquial de Cabanas, a unos 20 kilómetros de la ciudad. La jueza que se ocupa del asunto solo autorizó la inhumación pero no la incineración, por si es necesario volver a analizar el cadáver.
El acto fúnebre se realizó en la intimidad familiar, con la presencia del cura párroco del lugar y unas diez personas, familiares de los padres del bebé. La madre permanece en casa bajo la asistencia de psicólogos.
Por su parte, la enfermera a la que se atribuye haber cometido el grave error de inyectarle un fármaco que iba a destinado a la parturienta -un vasoconstrictor que se aplica a la casi totalidad de las mujeres que acaban de dar a luz para cortar las habituales hemorragias que se producen tras el alumbramiento- se halla muy afectada por lo ocurrido. La trabajadora sanitaria fue dada de baja médica el mismo día de los hechos. Según varias fuentes, fue ella misma la que se dio cuenta del accidente e informó al instante a las otras personas que se encontraban en el paritorio. Es una profesional contratada, pero que ya poseía trayectoria hospitalaria y no era la primera vez que se incorporaba a un servicio en el hospital. Es decir, contaba con experiencia.
Sin antídotos
La madre dio a luz el sábado y el bebé fue llevado inmediatamente a la unidad de cuidados pediátricos. Fuentes próximas a la investigación han señalado que el hospital se puso en contacto con la misma celeridad con el Instituto Nacional de Toxicología, que tiene una sección especializada en intoxicaciones con medicamentos. Al parecer, informó de que no existe un antídoto que neutralice el vasoconstrictor que se inyectó y, sobre todo, en la cantidad destinada para un adulto. A pesar de ello, se utilizaron otras técnicas para tratar de recuperar al bebé, sin éxito. Poco después de las 24 horas del parto, las más críticas en casos semejantes, murió.
Será ahora nuevamente el Instituto Nacional de Toxicología el que analice las muestras de vísceras del cadáver -remitidas por los forenses de la delegación local del Imelga- para poder determinar con exactitud las causas del fallecimiento. El hospital ha enviado ya a la jueza de guardia toda la documentación que fue requerida sobre el caso.