El suceso causó estupor en el municipio coruñés, de donde es natural la mujer detenida en Menorca
29 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los noieses comentaban ayer con estupor el macabro suceso descubierto hace unos días en la localidad menorquina de Mahón, donde se halló una maleta con los restos de un niño fallecido en el 2008. El especial impacto que la noticia tuvo en la villa noiesa radica en que la madre del menor, detenida como presunta autora del homicidio, es natural de la localidad y pertenece a una conocida familia. Nadie en Noia se explica cómo pasó inadvertido en la isla que el menor, que ahora tendría 11 años, estaba desaparecido desde hace dos. Al parecer, la madre decía a quien preguntaba por el pequeño que se encontraba en Galicia con su familia.
Una situación tan inusual, en la que nadie habría echado de menos al pequeño, podría explicarse en el hecho de que, según informó el Diario de Menorca, la mujer, Mónica J.?F., de unos 30 años de edad, no se relacionaba con nadie y sus vecinos en Mahón ni siquiera sabían ni su nombre ni su procedencia. Lo que resulta más difícil de entender es que la familia gallega de la joven no intuyese que algo iba mal después de dos años sin ver al pequeño. Los más allegados a Mónica J.?F., que se mostraban abatidos por lo ocurrido, rehusaron hacer ningún tipo de declaración a este periódico.
«Isto é todo moi raro» era una de las expresiones más escuchadas ayer entre los desconcertados vecinos de Noia, que no acertaban a explicarse lo ocurrido.
Cuentan que se trata de una familia de lo más normal, que el padre de la joven está embarcado y su madre vive en una céntrica calle de la localidad y que nunca «se denunciou nin a desaparición do neno nin nada».
Es el grupo de homicidios de Palma el que investiga los hechos y, según pudo saberse, la madre del pequeño reconoció que fue ella quien lo metió en la maleta y lo abandonó en la zona de Binidalí, donde fue encontrado esta semana, pero no que lo matara. Según su versión, encontró al niño muerto en la bañera al llegar a casa y se asustó, por eso optó por esconder el cuerpo.
Pocas pistas
Unos afirman que la joven volvía de vez en cuando a Noia de vacaciones, mientras otros indican que hacía años que no la veían por su villa natal. Pero casi todos coinciden en que resultaba difícil seguirle la pista.
Al parecer, hace unos dos años que se trasladó a vivir con su hijo -lo tuvo de soltera- y una nueva pareja a las Baleares y, desde entonces, pocos han vuelto a verla. Antes de eso, estuvo trabajando en distintos lugares de Noia, e incluso formó parte de la brigada de limpieza de playas del concello. En cuanto a su carácter, vecinos de la zona donde reside la familia definieron a Mónica J.?F. como una chica normal, aunque también hubo quien apuntó que fue conflictiva en sus años jóvenes.
Por otra parte, está previsto que fuentes de la investigación den a conocer hoy mismo en Palma de Mallorca más detalles sobre lo ocurrido. Mónica J. F., que prestó declaración ante la policía, pasará hoy a disposición judicial. Los forenses también investigan si el pequeño fue descuartizado antes de ser introducido en la maleta.