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El personal sanitario estará obligado a respetar el catálogo de fármacos del Sergas

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

En el borrador de la proposición de ley que elaboró el PP también se incluye a los profesionales de farmacia

02 dic 2010 . Actualizado a las 02:57 h.

El borrador de proposición de ley de racionalización del gasto en la prestación farmacéutica de la comunidad autónoma de Galicia que el PP negociará en el Parlamento con los otros dos partidos de la Cámara gallega incluye la obligatoriedad de respetar el famoso catálogo de medicamentos, tanto por parte del personal sanitario del Sergas como del de las oficinas de farmacia.

Así lo recoge el texto siempre que se trate de una receta oficial, evidentemente, con financiación a cargo de los presupuestos de la comunidad. Y en este catálogo se incluirán solo los medicamentos de menor precio en cada conjunto de fármacos de principio activo, siempre que estén en el nomenclátor oficial del Sistema Nacional de Salud.

Uno de los principales problemas con los que se ha encontrado el Partido Popular es la cobertura legal de esta propuesta, ya que la competencia sobre medicamentos y su financiación pública es del ministerio, no de las Administraciones autonómicas. De ahí que el PPdeG haya modificado sustancialmente el texto de su primera propuesta y del borrador, para darle mayor cobertura jurídica.

Básicamente, se trata de especificar en todo momento que se va a respetar el nomenclátor oficial y que no se «creará» un nuevo listado de fármacos a financiar, sino que se «implantará» respetando el famoso nomenclátor.

El partido del Gobierno gallego se ampara en la Ley 29/2006 para justificar el catálogo, ya que en su artículo 85 recoge que las Administraciones fomentarán la prescripción por principio activo, en cuyo caso el farmacéutico tendrá que dar el medicamento más económico, y en caso de que uno de ellos sea genérico, este último.

La misma ley recoge que todos los ciudadanos tienen derecho a obtener medicamentos en situación de igualdad en todo el Sistema Nacional de Salud, «sin perjuicio de las medidas tendentes a racionalizar la prescripción y la utilización de medicamentos y productos sanitarios que puedan adoptar las comunidades autónomas en ejercicio de sus competencias».

La norma estatal incluso recoge que cuando se prescriba un fármaco con un precio superior al de referencia, «el farmacéutico deberá sustituirlo por el de menor precio e idéntica composición cualitativa y cuantitativa». Con esta cobertura legal, el PP se propone sacar adelante su controvertido catálogo, que en situaciones excepcionales, como en casos de riesgo de desabastecimiento o monopolio de mercado, podrá incluir fármacos más caros que el de menor precio, aunque tendrá que ser siempre el siguiente.

Si en el período de tramitación no se cambia, las modificaciones del catálogo se harán cada dos meses, y en todo caso siempre que haya una variación en los precios fijados por el Ministerio de Sanidad.

Postura socialista

El PSdeG ha criticado desde el principio este catálogo, primero por vulnerar las competencias del Gobierno central, y tras los cambios hechos por los populares, porque en la práctica no supondrá una diferencia significativa con el nomenclátor del ministerio, más aún después de haber modificado los precios de referencia a la baja, al tomar como indicador siempre el medicamento más barato.