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Un detenido por el ataque a oficinas de empleo de Vigo y O Porriño

Luis Carlos Llera / Laura Míguez VIGO/LA VOZ.

GALICIA

«Si llegamos a tardar quince minutos más, arde todo el edificio», asegura el cabo de los bomberos de Balaídos

16 dic 2010 . Actualizado a las 03:48 h.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a un joven vigués por estar supuestamente relacionado con los atentados con cócteles molotov cometidos de madrugada contra dos oficinas de empleo, una en Vigo y otra en O Porriño. El arrestado es Miguel Nicolás Aparicio, de unos veinte años y que, según fuentes cercanas a la investigación, estaría relacionado con el sindicalismo de corte radical.

Al parecer, el detenido podría haber estado vinculado a algunas otras acciones registradas en los últimos tiempos y que estarían vinculadas al conflicto del metal en Vigo y su entorno. Los investigadores intentan localizar al resto de las personas implicadas en los hechos, por lo que la investigación sigue abierta y, de hecho, la jueza que instruye el caso decretó a última hora de ayer el secreto del sumario.

Los autores de los atentados utilizaron un vehículo que fue identificado por testigos y al parecer grabado por cámaras de seguridad, por lo que las pesquisas se encaminaron rápidamente hacia el titular del coche.

El primer ataque se produjo sobre las 2.42 horas en la oficina de la calle Baiona, en el barrio de Coia, de Vigo. Los autores rompieron una luna con una maza y arrojaron al interior botellas de vino con gasolina y una mecha. El fuego que se originó quemó la zona dedicada a la inscripción de demandantes de empleo y arrasó una mesa, una estantería, un ordenador y decenas de documentos. El incendio obligó a cerrar las oficinas, por donde pasan centenares de personas cada día. En el edificio hay talleres de formación para desempleados, en los que hay bombonas de propano, aceites y otros materiales inflamables, según la responsable del centro de formación ocupacional de la Xunta, Ángeles Castro.

El fuego activó la alarma contraincendios y los bomberos se personaron en el lugar apenas tres minutos después gracias a la cercanía de la dotación de Balaídos. «Menos mal que el parque está cerca. Si tardamos quince minutos más, el fuego quema todo el edificio», explicó el cabo de bomberos, José Villaverde. En las oficinas se acumula gran cantidad de papel y madera. El fuego afectó al techo e interrumpió el suministro de electricidad en plena madrugada, lo que aumentó la confusión en el lugar. Los equipos técnicos de la Xunta trabajaban ayer para poder abrir hoy las instalaciones al público, como explicó el director de la oficina, José Vizcaya.

A las 3.23 horas, los bomberos de O Porriño fueron avisados del segundo ataque, esta vez a la oficina de empleo del polígono de Torneiros, en O Porriño. Los autores rompieron la ventana e introdujeron dentro un artefacto en llamas que quemó documentos. El fuego causó mucho humo, aunque no provocó daños graves, por lo que pudo ser solventado en poco tiempo y las oficinas pudieron abrir durante la jornada de ayer.

El alcalde de O Porriño, Nelson Santos, calificó el suceso como «un ataque contra la democracia». El secretario xeral de la CIG, Xesús Seixo, dijo que este tipo de ataques, con los que su formación «non ten nada que ver», «non axudan nada» al movimiento sindical.