La Xunta rebaja los requisitos para conceder ayudas de 6.600 euros, pero las supedita a la mejora de los anexos
GALICIA
El Gobierno de Feijoo insistirá en la estrategia de pagar a los propietarios de casas sin recebar para que cumplan la ley. Tras el fiasco de las ayudas que lanzó el bipartito, que desde el 2006 invirtió 658.000 euros para financiar 194 obras de las 764 solicitadas, la Xunta prevé aprobar en el primer trimestre del 2011 un nuevo decreto que canaliza las subvenciones a través del programa de rehabilitación rural.
Frente al anterior, que no exigía una antigüedad mínima de las viviendas, el nuevo decreto requerirá que las casas lleven al menos cinco años habitadas, lo que impedirá usos fraudulentos como canalizar la subvención a inmuebles en construcción. Además, la ayuda quedará supeditada al remate completo de todas las fachadas y cubiertas de las edificaciones anexas a la vivienda y que estén a menos de 15 metros de distancia, como alpendres, cuadras o garajes. Además, frente al programa anterior que obligaba a presentar la licencia municipal de la casa, el nuevo decreto autonómico solo obligará al solicitante de la subvención a disponer de la preceptiva autorización del concello para realizar las obras en la fachada.
La ayuda a fondo perdido cubrirá el 50% del importe de los trabajos necesarios, con un límite de 6.600 euros.