«Seríamos el tercer país del mundo con peor tasa de fertilidad y eso tendría que llevar a la reflexión»
GALICIA
Es de los que piensan que la sociedad gallega no es consciente de lo que supone entrar en declive poblacional. «Solo nos salva que la esperanza de vida aumenta, pero eso tiene un límite», advierte, para añadir que «no hacen falta más análisis, sino soluciones».
-¿Hay ya dos Galicias sin remedio?
-Estamos devorando parte de nuestro propio cuerpo en una suma que da negativo. Los residentes de unas zonas se van a otras en un proceso de inmigración interna, pero el problema es que Galicia está estancada y no decrece aún porque la expectativa de vida aumenta en dos meses cada año, pero eso tiene un límite y a partir de ahí la vela poblacional gallega se empezará a apagar, como ya ocurre en el interior, salvo en pequeñas islas.
-¿Cree que hay conciencia de ese grave declive?
-No hacen falta más análisis, lo que se necesita es contar con soluciones. Hay que darse cuenta de que la edad media en Galicia crece, haciéndose su población más vieja y a mayor velocidad.
-Al menos el Parlamento ha puesto en marcha una comisión para abordar la crisis demográfica.
-Es loable que al fin se den cuenta, pero este es un problema cultural, no administrativo. Hay que salir de esta catalepsia, buscar otros patrones y mantenerlos, porque aquí algo falla. El norte de Portugal, con una identidad familiar y cultural similar y niveles de renta muy inferiores, nos saca veinte puntos básicos en la tasa de fertilidad, por lo que el problema no es solo económico.
-¿Ve en el debate sobre las pensiones el asa a la que se pueden enganchar políticas demográficas?
-Galicia sería el tercer o cuarto país del mundo con peor tasa de fertilidad y eso tendría que llevar a la reflexión sin necesidad de más análisis. Por eso me sorprende que la sociedad eluda este tema en lugar de demandar servicios sociales duraderos para blindar la maternidad.