Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Un invidente ofrece mil euros a quien halle a su perro guía

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO/LA VOZ.

GALICIA

El larachés Diego Pérez busca a «Dapi», un caniche que desapareció hace 25 días

14 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

No es un labrador ni un pastor alemán. Es un caniche blanco y su fisonomía se escapa al estereotipo de perro lazarillo. Sin embargo, para Diego Pérez Vázquez, un invidente de 29 años que reside en A Laracha desde el pasado verano, Dapi, que es como se llama el animal, no solo era su referencia a la hora de guiarlo por la finca anexa a la vivienda. Era su mejor amigo. «Ten algo especial; dende que mo regalaron sabía que era diferente aos demais cans», comenta con resignación.

Dapi llegó a la familia de Diego hace nueve meses. Una amiga se lo regaló. Por aquel entonces residían en Carballo, pero decidieron cambiarse para A Laracha, donde Diego posee una clínica de masajes.

La relación del perro con los miembros de la familia era muy estrecha. «Nunca subía ata as habitacións, só o facía pola mañá para espertarnos petando na porta coas patas», relata Diego. Dapi era un reloj: «Aínda que poño o espertador para as oito menos cuarto da mañá, algunha veces quedo durmido, pero o can non tardaba nin cinco minutos en avisarme de que me levantase», explicó.

Dapi no es un perro lazarillo al uso, pero su compañía suponía un alivio para Diego. No solo lo guiaba por aquellos lugares de la casa en los que aún no tiene tomadas las referencias, sino que era su compañero de juegos.

Pero la alegría en la casa duró hasta el 21 de diciembre. Ese día, el can desapareció. Tanto los padres como el propio Diego preguntaron a todos los vecinos de la zona sobre su paradero. Lo último que se sabe es que una mujer, de unos 30 años de edad, cogió al caniche blanco y se lo llevó.

El padre de Diego, Lolo, puso unos 400 carteles plastificados en los establecimientos y farolas de A Laracha, en los que se observa la imagen del perro y un teléfono de contacto (606 414 888).

Recompensa

Hasta el momento, las pesquisas efectuadas no dieron el resultado esperado, pero la familia de Diego no pierde la esperanza de reencontrarse con Dapi. De hecho, el padre del invidente comentó que se plantea entregar mil euros de recompensa a aquella persona que le facilite alguna información sobre el paradero del caniche blanco. Eso sí, la gratificación no es extensiva a la mujer que supuestamente se llevó el animal. «Tendría que haber llevado al animal al cuartel de la Policía Local y no llevárselo con ella», subrayó Lolo.

A Diego Pérez una enfermedad degenerativa lo privó de visión en el ojo izquierdo desde que nació. Hace ocho años, un desprendimiento de retina le provocó la pérdida de la escasa visión que tenía en el derecho. Se acostumbró a vivir entre tinieblas. Y lo hace como cualquier persona normal. Su discapacidad no le ha impedido finalizar sus estudios en Dirección y Administración de Empresas y ser el primer instructor de Pilates ciego de España.

Entre sus aficiones se encuentra el esquí, un deporte que practica con sus amigos siempre que tiene ocasión.