El alcalde de Mazaricos, José Manuel Santos Maneiro, dice que no está acostumbrado a ir a los juzgados, de ahí que esta semana se haya convertido en la más extraña e intensa desde que hace 15 años alcanzó la presidencia de la corporación municipal.
-¿Cómo se sintió cuando fue detenido el lunes?
-Desconcertado. Al salir de casa me abordaron dos personas que se identificaron como policías judiciales y me dijeron que tenía que acompañarlos. Fueron muy correctos. Luego me explicaron los motivos.
-Se le acusa de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. ¿Cómo lo lleva?
-Estoy manteniendo el tipo. Lo llevo con tranquilidad porque soy consciente de que no he hecho nada irregular.
-¿No es difícil mantener la calma con esa espada de Damocles sobre su cabeza?
-Mantengo una calma tensa, porque esta situación para mí es anormal. Pero tengo claro que he cumplido siempre con mi responsabilidad.
-¿Ha aceptado dinero de alguna empresa?
-Rotundamente no. Los vecinos pueden estar tranquilos. No me he llevado ni un céntimo.
-Pero sí ha contratado obras a la constructora implicada.
-Hizo cuatro o cinco proyectos en los últimos años, que fueron contratados por distintos procedimientos, todos ellos legales. Estoy convencido de que todos los expedientes son impolutos. En el Concello hay gente muy escrupulosa en la tramitación de los expedientes de obras.
-¿Ogando aportó fondos para la Festa da Fervenza?
-Solo sé que la parte de las actividades de la Festa da Fervenza que financia el Concello está perfectamente regularizada.
-¿Se encarga el Concello de organizar la fiesta?
-El Concello solo colabora. Hay una parte importante de actividades de las que se encarga un grupo de voluntarios y, como en la mayor parte de las celebraciones de esta naturaleza, siempre hay pagos que, por su pequeña cuantía, urgencia o inmediatez, no están sujetos a procesos de formalización. Puede que no sea totalmente ortodoxo, pero eso no significa que la gente que trabaja se lleve el dinero.
-Verse inmerso en semejante despliegue judicial es preocupante, ¿no?
-Estoy más preocupado por los empleados municipales a los que han involucrado que por mí. Ni ellos ni yo hemos cometido delito alguno.