En el concurso eólico resuelto por el Gobierno de Núñez Feijoo y que sustituye al que aprobó el bipartito han surgido hasta ahora otros dos asuntos controvertidos. El que más polémica ha suscitado ha sido la adjudicación a Aldesa Energías Renovables de un parque eólico que invade una zona de afección del aeropuerto coruñés de Alvedro: los aerogeneradores que proyecta la empresa se ubican en el área de aproximación de los aviones, hecho que obligará a modificar el proyecto.
La Xunta también adjudicó a Norvento un parque eólico en el monte Xesteiras (Cuntis) que invade la zona de seguridad del flamante radar instalado allí por MeteoGalicia para predecir la evolución de fenómenos meteorológicos adversos.