El servicio ferroviario no será viable hasta el 2018, según los técnicos
11 abr 2011 . Actualizado a las 10:32 h.El acceso a Galicia del ferrocarril de alta velocidad ha salido de la vía muerta en la que permanecía desde hace más de 15 años. El empeño de José Blanco en sacar adelante su compromiso ha podido más que las evidentes objeciones de Hacienda a la licitación anunciada inicialmente por el sistema concesional de un macrocontrato que, al final, combinará esa fórmula público-privada con el concurso público convencional a través del ADIF. Es decir, las obras de la plataforma de la entrada del AVE en Galicia quedarán a expensas de las asignaciones anuales en los Presupuestos del Estado. La autorización por parte del Consejo de Ministros supone un primer paso crucial para materializar una infraestructura a la que le queda todavía un largo trecho por delante para hacerse realidad.
Obras complejas
Una vez recibida la luz verde del Gobierno, el punto de partida de ese recorrido debe ser la licitación efectiva de las obras. Y no se trata de un proyecto cualquiera. Los tramos entre Lubián y Ourense, que representan la verdadera clave para la conexión de las ciudades gallegas con Madrid en menos de tres horas, conforman la infraestructura más compleja que tiene en cartera el equipo de Blanco. De los 112 kilómetros de ese trazado, 77 corresponden a 20 túneles, y 5,5, a 23 viaductos. Son obras de gran dificultad técnica que habrá que afrontar, además, en una zona montañosa y de inviernos duros. Los técnicos han sostenido con insistencia que, en estas condiciones, la obsesión de los gestores políticos por comprometer apretados calendarios de ejecución carece de sentido. Desde luego, discrepan del plazo del 2015, como también se desmarcaron antes del que fiaba la llegada del tren para el 2012.
En el mejor de los casos, el ADIF licitará este mes las obras de la plataforma entre Lubián y Porto, con 13 túneles que suman 53 kilómetros sobre un trazado de 62. Después se precisarán varios meses para la adjudicación. En el escenario más favorable, esa fase puede resolverse en tres meses. Pero, si se reproducen los tiempos empleados en la tramitación de los tramos entre Zamora y Puebla de Sanabria, la adjudicación necesitará seis meses.
El siguiente paso es la aprobación de las actas de replanteo, que es el acuerdo entre el ADIF y los contratistas sobre la posición, disponibilidad de terrenos y dimensiones definitivas de las obras. Ese trámite requiere cuatro meses más. Con estos trámites previos, las obras de la plataforma podrían comenzar entre noviembre próximo y febrero del 2012.
Ejecución
¿Y cuánto durará la ejecución? Fomento ha anunciado que las obras entre Zamora y Puebla de Sanabria deberían estar listas en el 2014, de forma que las adjudicatarias de ese trayecto, mucho más sencillo técnicamente que el acceso a Galicia, habrán invertido de cuatro años y medio a seis años en los trabajos. En el supuesto de que las máquinas empiecen a trabajar en noviembre en la parte gallega, dispondrían de cuatro años de plazo para cumplir el calendario de poner el AVE en servicio a finales del 2015. La constructora tendría que resolver en menos tiempo uno de los trazados ferroviarios más complejos de Europa, que en su mayor parte es subterráneo o elevado.
El ingeniero Xosé Carlos Fernández considera esa posibilidad «una utopía desde los puntos de vista administrativo, técnico y económico». Fernández tiene su propia proyección. Si comienza a principios del 2012, la obra civil con los túneles y viaductos de todos los tramos estaría concluida 60 meses después, es decir, en el primer trimestre del 2017. El montaje de la vía podría estar listo en el verano de ese año; y la electrificación, a principios del 2018. Y todavía faltarían las obras necesarias para habilitar las instalaciones de seguridad, control y comunicaciones, con las pruebas correspondientes, lo que relegaría la entrada en servicio del AVE con Madrid al verano del 2018.