La familia y los amigos del fallecido, que son muchos; los militantes del BNG, partido en el que militaba la víctima; la directiva y los jugadores del club de fútbol del que Ramón Fontán era delegado, y, por extensión, todo Cambados seguían conmocionados ayer por la trágica muerte de uno de sus vecinos más comprometidos con la vida social de la villa. Probablemente era alguna de esas personas que lo echaban de menos la que insistentemente llamaba al móvil del fallecido mientras su cadáver yacía el viernes en la calzada de la vía de O Salnés.
Al parecer, Ramón Fontán iba a buscar a un hijo suyo a la estación de tren de Vilagarcía cuando tuvo lugar el trágico accidente. El chico, Matías, es uno de los jugadores del Juventud, el equipo del que Fontán Otero era delegado. Hoy, precisamente, jugaban el último partido de la liga en preferente autonómica, pero ayer el club decidió que no se iba a jugar ese partido, que coincidía con la hora del entierro.
El cadáver del cambadés fue trasladado en la noche del viernes a Pontevedra para que se le realizase la autopsia, y ayer fue llevado a Cambados para que amigos y familiares pudiesen despedirlo.
El entierro se celebrará hoy en la parroquia cambadesa de Castrelo, de donde era el fallecido y su familia. Los oficios fúnebres en la iglesia parroquial serán a las seis menos cuarto de la tarde, y después los restos mortales se enterrarán en el cementerio de dicha localidad.