Afirma que habrá que tener paciencia y optar por abrir el diálogo
31 may 2011 . Actualizado a las 09:42 h.Los indignados del Obradoiro están desde ayer más indignados si cabe. Y es que si hasta ahora las tiendas de campaña proliferaban por doquier sobre el empedrado de la plaza, ayer comenzaron a aparecer vallas. El Concello ha decidido dar marcha atrás en el desalojo de los que duermen a los pies de la catedral, pero lo que sí ha decidido es acotar el espacio que ocupan. Y comenzaron por vallar la zona de los soportales de la Casa do Concello.
El alcalde en funciones, Xosé Sánchez Bugallo, afirmó ayer que habrá que tener «paciencia» y asumió el discurso de «prudencia» ante los posibles desalojos en la plaza después de que tanto el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, como el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, le aconsejasen cautela.
Con los ojos puestos en el conflicto creado en Barcelona, el regidor en funciones admitió que finalmente la mejor solución será aguardar a que ellos mismos decidan levantar el campamento y abrir vías de diálogo para resolver una acampada que, según afirma, no puede ser indefinida. Mientras tanto, organizará lo mejor posible la convivencia entre indignados, turistas y compostelanos ajenos a la protesta. Y es que, según admite, «non xeran conflitos».
Protestas
Mientras, los acampados se quejaban ayer por la mañana de que no se les permitía avanzar más allá de las vallas, ni a ellos ni a la prensa, pero sí «a los políticos y a los turistas». El espacio que ayer amaneció acotado fue utilizado el domingo para que el historiador Carlos Taibo diese una charla ante la intensa lluvia que arreció toda la tarde. A los indignados les ha llamado especialmente la atención que fuese justamente ese el espacio al que les han prohibido acceder. En todo caso, continúan organizándose. Después de que la asamblea del domingo volviese a insistir en que se quedarán de manera indefinida en el Obradoiro, también se ha tomado la determinación de que las asambleas se realizarán solamente dos días a la semana, que será cuando se decida, de manera democrática, las actuaciones que llevará a cabo el movimiento.
Sin embargo, lo que sí continuará diariamente -al menos de lunes a viernes- serán las sesiones de micro abierto, en las que todos los que participen podrán dar su opinión sobre diversos temas.
Protocolos
Así, aunque tras el fin de semana los indignados están un poco más tranquilos, continúa activado el protocolo de actuación en caso de desalojo. Se han designado portavoces para mediar con la policía en el caso de que haga acto de presencia, y los acampados insisten en que su reacción será completamente pacífica en el caso de que se inicie un desalojo. También han pedido que no se difundan rumores de ningún tipo, para mantener el clima de tranquilidad.
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