La Fiscalía no cree toda la versión de la discapacitada de Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

A pesar de la falta de pruebas, la investigación va a continuar

07 jun 2011 . Actualizado a las 11:43 h.

La Fiscalía de Vigo no cree toda la versión que cuenta la discapacitada que pidió una orden de alejamiento contra su marido, imputado por supuestos malos tratos psicológicos. Por este motivo, la fiscala de malos tratos no vio necesario pedir tal orden al titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de Vigo el pasado viernes.

Elementos de prueba

Fuentes del ministerio público explicaron ayer que no existen elementos que acreditasen que hubiese peligro para la denunciante, la cual padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y se comunica a través de un ordenador, únicamente mediante el movimiento de sus ojos.

Las mismas fuentes aclararon que no es que duden de la palabra de la mujer, sino que para creerla necesitan elementos de prueba que no han encontrado.

Por otro lado, la Fiscalía ve acreditado que el matrimonio vive separado desde hace años y que, en los casos estudiados tras la denuncia, el marido solamente fue a visitarla cuando lo requirieron a él. El sábado 28, su hijo se encontraba en el domicilio de la madre, que se iba a quedar sola más de doce horas. Lo llamó para pedirle ayuda y el padre acudió, aunque la mujer dice que tenía miedo a quedarse a solas con él. En todo caso, parece probado que el marido no acudió a la casa sin motivo, sino porque lo llamaron urgentemente.

No obstante, a pesar de la falta de pruebas, la investigación va a continuar porque existe una acusación particular, promovida por la denunciante.

El juez tenía previsto interrogar a más testigos, entre familiares y también cuidadoras, así como encargar una valoración pericial forense para determinar si hay indicios de maltrato psicológico, tal y como la presunta víctima ha esgrimido.

Grabaciones

La Fiscalía no dio más detalles del caso, por lo que no pudo aclarar tampoco la validez que le da a las cintas grabadas por la mujer denunciante, en las que supuestamente se escucharía al marido de esta. En todo caso, se trata de pruebas fáciles de impugnar, debido a que fueron grabadas sin una orden judicial, lo que podría ser un obstáculo legal para presentarlas en un juicio.