La investigación concluye con cinco detenidos y otros 18 imputados
02 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La Guardia Civil anunció ayer que da por finalizada la segunda gran operación contra el comercio ilegal de vieira tóxica extraída por furtivos en la ría de Ferrol y comercializada después en restaurantes de toda Galicia.
Bautizada como operación Capacho, había comenzado hace un mes. El marisco se encontraba en veda por la presencia de toxina ASP (amnésica), si bien los fondos marinos de las aguas interiores de Ferrol se encuentran repletos de ese bivalvo.
Según el balance que realiza el instituto armado, hubo cinco detenidos. De ellos, tres son mariscadores furtivos y dos, profesionales relacionados con la hostelería: un empleado y un gerente. En total hay 18 imputados: cuatro mariscadores furtivos, once propietarios o gerentes de establecimientos de restauración, un empleado de uno de ellos, la propietaria de una tienda de venta de marisco y, por último, una persona relacionada con una empresa de distribución.
Durante las redadas, los agentes se incautaron de 1.200 unidades de vieira y de 50 kilos de zamburiñas, de dos embarcaciones, un turismo y una furgoneta. También se practicaron tres entradas y registros en dos domicilios y en un bajo comercial.
Se da la circunstancia de que en esta segunda operación aparecieron nombres de personas que ya habían sido detenidas en la primera, ejecutada en el verano del 2008, como Higinio Manuel Fernández Bajo, que ya había sido arrestado años antes en otra redada contra el furtivismo, en aquella ocasión ejecutada por la policía autonómica y los guardacostas de la Xunta. De aquel primer proceso había salido absuelto por la vía penal, porque los tribunales consideraron que el mercadeo de marisco furtivo, aunque tuviese la toxina ASP, solo constituía una infracción de carácter administrativo sancionable con una multa.
En vía penal
En la vía penal no se lo consideró autor de un delito contra la salud pública. No obstante, tanto en la segunda redada del 2008 como en la última de la que ahora hace balance la Guardia Civil, los cargos son ya por este delito. Las dos operaciones fueron dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol. El juez Morán, encargado del mismo, ha señalado que lo fundamental es el control de la hostelería para acabar con el comercio ilegal.
La mayoría de los acusados son propietarios o gerentes de restaurantes