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La ley antitabaco dispara las quejas por ruido en zonas de bares

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La confederación gallega de hosteleros dice que ya advirtió del problema

29 ago 2011 . Actualizado a las 15:02 h.

La formalización de denuncias provocadas por el exceso de decibelios en viviendas ubicadas en zonas de movida no es un fenómeno nuevo en Galicia. Pero la entrada en vigor de la ley antitabaco, que desde el pasado mes de enero prohíbe fumar en el interior de los locales, ha incrementado las quejas en áreas inundadas ahora de terrazas que mantienen la actividad hasta la madrugada. Eso es algo que constatan tanto algunas asociaciones vecinales consultadas en diferentes ciudades de la comunidad como la agrupación Juristas contra el Ruido.

Desde la Confederación de Hosteleros de Galicia apuntan que ya advirtieron de las consecuencias que traería la norma. «Nos echan la culpa a los hosteleros y no podemos hacer nada porque una vez que están en la calle no es competencia del hostelero», comenta su responsable, Héctor Cañete, que además matiza que lo que les gustaría es que los clientes se quedaran dentro del local. «Para eso los hemos insonorizado», dice.

Expedientes abiertos

Donde todavía no han percibido ese incremento es en la oficina del Valedor do Pobo, organismo que en los últimos años ha intervenido en muchos procesos de ese tipo. En estos momentos, mantiene varios expedientes abiertos al respecto en Vigo y Santiago. Esta misma semana ha archivado otro en Monforte de Lemos, después de que el Concello aceptara subsanar los problemas de exceso de decibelios en la calle Duquesa de Alba.

No ha tenido tanta suerte en Boiro, donde después de hacer una recomendación parecida, el anterior gobierno municipal obvió hacerle caso. O en la ciudad de Vigo, desde cuyo gobierno municipal no se ha dado respuesta a uno de los requerimientos hechos, mientras que la contestación del Ayuntamiento al otro proceso abierto la han calificado «como no adecuada», tal como explican fuentes de la oficina del Valedor do Pobo.

De todas formas, desde la asociación Juristas contra el Ruido explican que la mayor parte de las quejas son tramitadas por vía administrativa y las que llegan a organismos más elevados lo hacen después de un proceso largo durante el que el foco emisor del ruido no ha dejado de dar la lata.

Más allá de datos concretos, los testimonios vecinales corroboran la tendencia. «Hemos luchado mucho para lograr que los locales colocaran una doble puerta para frenar la salida de ruido, pero ahora la medida no vale para nada porque las puertas están abiertas para que pueda ir el cliente a fumar a la calle. Luego están las terrazas que invaden las calles y permanecen abiertas hasta las dos de la madrugada o más». La responsable de la asociación de vecinos Ensenada del Orzán, Áurea López, de A Coruña, describe con estas palabras cómo la ley antitabaco ha contribuido a empeorar la contaminación acústica en esa parte de la ciudad. «Vamos a perder todo lo logrado después de muchos años», dice.

De bar en bar

Justo a 159 kilómetros más al sur, el balance que hacen desde la asociación Vigueses contra el Ruido es semejante. «Hay varias áreas conflictivas donde están los que fuman fuera, luego también los que van de local en local. Y hay que hablar de la concentración de establecimientos y de los horarios que hacen», explican desde el colectivo. Pero además no olvidan citar las mesas que colocan en el exterior algunos establecimientos, y que cada vez son más. «Hay cafeterías que las tienen abiertas hasta las dos de la mañana», aseguran.

En otras localidades como Boiro, Santiago o Baiona también hay quejas. Las hay que también son por el botellón. Algunos vecinos han optado incluso por mudarse.