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La empresa de Dorribo debe al primo de Blanco 22.000 euros

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La firma del familiar del ministro facturó a Nupel 92.200 euros

11 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La supuesta acusación del empresario Jorge Dorribo contra José Blanco se basa en el hipotético pago de 400.000 euros al ministro de Fomento a través de facturas infladas de la empresa de su primo político, Manuel Bran Camoira. Pero lo cierto es que, según la información presentada en los juzgados de Lugo, la empresa Laboratorios Asociados Nupel debe a Electricidad Espiñeira y Bran 22.416 euros. Parte de esta deuda -9.989 euros- ha sido reconocida por la administración judicial que lleva el concurso de acreedores de Laboratorios Nupel.

En total, la firma de la que es administrador el primo del ministro facturó 92.239 euros a Nupel o a las empresas que requirieron sus servicios por indicación de la firma de Jorge Dorribo. Este material probatorio está ahora en poder del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, que deberá decidir si acepta la petición de Manuel Bran para declarar como testigo.

El caso es que en el escrito que presentó José Piroscia, el abogado de Manuel Bran, se asegura que no existen más facturas que las que adjuntaron en su solicitud judicial. Ni la empresa del primo de José Blanco, ni Manuel Bran a título particular, «ni nadie en su nombre ha recibido ninguna otra cantidad de dinero que no sea el abono de los materiales y trabajos de instalación». Estos servicios, que se iniciaron en marzo del 2010, consistieron en la instalación de equipos eléctricos, luminarias y puntos de luz, alarmas, y todo cuanto es preceptivo en un montaje eléctrico.

Sobre los 400.000 euros que Dorribo habría entregado a Manuel Bran para que se los hiciera llegar al ministro y los 200.000 con los que supuestamente habría inflado las facturas, el escrito concluye que la facturación a Nupel ni siquiera alcanza los 100.000 euros, «con lo que es virtualmente imposible que estén infladas o soporten un sobrecoste de 200.000. Baste este detalle para acreditar la completa falsedad de todo cuanto se dice contra mi mandante», se asegura en el texto. «Para mayor desolación», concluye, estas facturas no fueron abonadas íntegramente a Manuel Bran. Y añade: «Pretender que el importe de estas facturas sería el precio de un cohecho es, lisa y llanamente, una desvergüenza; posiblemente amparada en el derecho del imputado a no decir la verdad, pero una desvergüenza de todos modos».

«Pretender que estas facturas serían el precio de un cohecho es una desvergüenza»