La relación de Hugo Gotuzzo con el voleibol es curiosa. Entró en contacto con este deporte a los 20 años por una novia. Antes, jugó en las categorías inferiores de uno de los históricos del fútbol argentino, el Ferrocarril Oeste, que llegó a ser campeón de la liga de ese país.
-¿No se arrepiente de haber cambiado el fútbol por el voleibol?
-Para nada, porque me ha ido muy bien. Me pasé al voleibol por una novia que practicaba este deporte. A los 20 años hice mi ficha y ya empecé a entrenar.
-¿Sigue siendo futbolero?
-Por supuesto. Intento no perderme ningún partido que televisan.
-¿Con qué jugador se identifica?
-Con el mejor del mundo, que es leo Messi. Me gusta mucho el Fútbol Club Barcelona, sobre todo por la filosofía de juego que tiene.
-¿Ha pedido algún menú especial para su llegada hoy a Monforte?
-No, pero sé que se come bien en Monforte. También hay buen vino. Me adaptaré fácil a la gastronomía de la zona.
-Sabe que hay mucha afición al voleibol en la ciudad, pero usted ya está acostumbrado a la expectación que existía en Haro.
-Me gusta jugar partidos en las canchas en las que hay mucho público. La presencia masiva de aficionados en las gradas ayudará a empujar a las jugadoras hacia la victoria. El público siempre otorga un superávit. Nosotros también tenemos la obligación de atraer a los socios y a los aficionados al pabellón, ofreciendo buen juego y dando una buena imagen. Todos juntos llegaremos lejos en la liga.