Uno de los bosques de mayor biodiversidad y belleza paisajística del municipio de A?????Pobra do Brollón se encuentra en las proximidades de una vieja ferrería
29 ene 2010 . Actualizado a las 13:11 h.La Devesa de Loureiro es uno los bosques más interesantes del municipio de A Pobra de Brollón. Está situada entre las parroquias de Salcedo y Parada dos Montes y a orillas del río Loureiro. No destaca precisamente por su extensión, ya que ocupa aproximadamente unas veinticinco hectáreas, sino por su importante diversidad de especies vegetales y por su abundancia en árboles caducifolios. El bosque se encuentra en el área de confluencia de las zonas bioclimáticas atlántica y mediterránea, lo que favorece esta variedad. A ello hay que añadir el interés histórico y etnográfico que ofrece este paraje, donde en tiempos funcionó la ferrería de Loureiro, una destacada muestra de la antigua industria siderúrgica artesanal de las montañas lucenses.
El recorrido a pie empieza precisamente en las ruinas de la mencionada ferrería. De la factoría propiamente dicha no quedan restos hoy en día, pero sí se conserva un edificio que sirvió como vivienda y almacén de mineral de hierro. La construcción, abandonada hace muchos años y muy deteriorada, necesitaría un proyecto de rehabilitación. El edificio de la fundición se levantaba en el paraje donde el arroyo de Os Escambrós desagua en el río Loureiro. En su lugar queda un viejo molino y una bella cascada que forma el propio arroyo en su desembocadura.
Poco después de dejar atrás el ruinoso edificio de la vivienda de la ferrería, hay que desviarse a mano derecha para cruzar el río Loureiro por un rústico puente de traza medieval y construido en piedra de cantería. Seguidamente, hay que tomar un camino que asciende en dirección a la devesa y a los sequeiros de O Mazo de Santigoso.
El camino discurre por la parte baja del bosque, en las inmediaciones de la orilla izquierda del río Loureiro. De la ruta principal parten, tanto a la izquierda como derecha, varias sendas que permiten aproximarse hasta el cauce del río y caminar por el interior de la devesa, lo que puede hacerse para apreciar mejor su diversidad vegetal y su belleza.