La tienda de Céltigos, fundada en 1948, sufrió una completa reforma para convertirse en la primera de la comarca de la red Comercio Rural Galego
11 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Corría el año 1948 cuando Elena López, hoy con 94 años, y su marido decidían abrir Casa Garelo en la parroquia sarriana de Céltigos. Iniciaron su andadura en un local alquilado, pero dos años después ya se trasladaron a un local de su propiedad desde el que atienden casi cualquier necesidad de sus vecinos.
En la actualidad es su nuera, Julia Díaz, la que se encarga del negocio en el que empezó hace casi 40 años, en colaboración con su marido, Mario Castro. Ellos son los que cuando estaban un día viendo la televisión tuvieron constancia de las ayudas que ofrecía la dirección xeral de Comercio para rehabilitar las tabernas de las aldeas de toda la vida y decidieron informarse. «Preguntamos sobre el tema y nos pareció interesante. No sabemos realmente como funcionará, pero estamos muy ilusionados».
El nuevo local está puerta con puerta con el anterior, con el que incluso se comunica, y por eso Julia Díaz asegura que sentirá menos nostalgia. «Me da mucha pena cerrar el otro después de 37 años allí, pero como estaré al lado la angustia supongo que será menor».
Uno de los motivos por los que optaron por el cambio fue debido a que el viejo local se quedaba pequeño. «La realidad es que estábamos bastante apretados y no nos resultaba fácil colocar las cosas. Ahora dispondremos de más espacio para que los clientes estén más cómodos
Este establecimiento es el único del pueblo en el que se ofrecían los servicios de ultramarinos, estanco y taberna, por lo que se trata de un punto de referencia en Céltigos.
Este local es el quinto en la provincia después de los de Ourol, A Pobra de Brollón, As Nogais, Bretoña y Friol. En los próximos días abrirá las puertas al público y también lo hará otro en Triacastela.