Mediodía. El alguacil sale a la plaza con la trompetilla. ¡Tuuutuuu! recobra el aliento unos segundos y gritqa: ¡Se hace saber a los vecinoooos que se ha abierto expediente sancionador por falta grave a la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública de Monforteeee!
Sí, queridos ciudadanos. Aunque no lo crean, el regidor de Quiroga aprovechó una ordenanza de medio ambiente para enviar una carta al domicilio de uno de los miembros de la plataforma comuncándole el inicio de un procedimiento de multa por una falta grave. Es decir, al lado de humos y vertidos peligrosos, excrementos de perro, basura domiciliaria, electrodomésticos usados tirados por la calle, están los anuncios, supuestamente mal colocados, de un movimiento ciudadano que pretendía informar a los vecinos de la celebración de un acto sobre las intenciones de la Consellería de Sanidade y las carencias del hospital de Monforte. La autoridad, presurosa, se ha colocado al otro lado del cristal para ver desfilar en rueda de indntificación a los miembros de la plataforma mezclados con incendiarios, maltratadores de animales y gamberros que destrozan bancos o papeleras, pues todos, a juzgadr por dicha ordenanza, van a tener la misma pena: infracción grave con multa. Hasta las molestas caquitas de los perros que cuando te descuidas aplastas con tu zapato merecenuna multa más leve.
Pero es que bajo el epígrafe de publicidad de la ordenanza de Quiroga se mete en el mismo saco la propaganda de descuentos de un supermercado y los anuncios de una asamblea vecinal, porque conviene que estos últimos sean domesticados al exigir su colocación en «lugares autorizados».
¿Qué diría la madre Pelagia del escritor Máximo Gorki si al mismo tiempo que lleva la sopa caliente a la fábrica no pudiera llevar bajo su raído abrigo, escondidos, los folletos que explican la verdad a los obreros? ¿Y qué sería de la reivindicación de la jornada de ocho horas y de la prohibición del trabajo infantil sin poder repartir octavillas?
Les propongo un juego sencillo, como cambiar la ordenanza municipal de la siguiente forma: al político que sacude la alfombra en medio de la calle deshaciéndose para siempre del polvillo de unos sediciosos que solo arman bulla, al director general que riega con amor las flores de sus gerentes que mantienen largas listas de espera mientras caen sobre la cabeza de los ciudadanos el barro de la hipoteca de unos hospitales con servicios privatizados y la precariedad laboral de sus trabajadores , y a los que trepan por los árboles para colgar de los balcones la ropa vieja de los intereses del partido político que gobierna en Santiago... a esos ¿qué multa les pondría usted?