Los esqueletos encontrados en la cueva de Arcoia podrían pertenecer a dos guerrilleros abatidos tras participar en un asalto a una ferrería del Bierzo
08 oct 2010 . Actualizado a las 12:42 h.Los análisis científicos no acaban de despejar las dudas sobre el origen de los dos esqueletos hallados el año pasado en la cueva de Arcoia -en la parroquia de Visuña, en O Courel-, de los que sigue sin saberse con certeza a qué época pertenecen. El examen forense realizado por el Instituto de Medicina Legal de Galicia ha determinado que los restos pertenecen a dos hombres jóvenes de raza blanca, uno de ellos de unos 25 años y el otro de entre 11 y 14. Este último, con una estatura de 1,70, parece haber recibido un tiro en la cabeza. Junto a estos huesos se halló un casquillo de bala que, según ha determinado el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil, pertenece a un proyectil Remington-Berdan, un modelo que empezó a fabricarse en España en 1871 y que se utilizó profusamente en la tercera guerra carlista (1872-1876) y en la guerra de independencia de Cuba.
Al margen de los referidos análisis forenses y balísticos, un documento histórico que fue localizado recientemente por este periódico viene a aportar nuevos datos que podrían tener relación con el hallazgo de Arcoia. Se trata de un ejemplar del Boletín Oficial de la Provincia de León , fechado el 23 de diciembre de 1834, durante la primera guerra carlista. En esta publicación, el entonces gobernador civil de la provincia, Jacinto Manrique, informa sobre un olvidado suceso bélico ocurrido entre los días 13 y 15 del mismo mes. Según cuenta, una partida de guerrilleros carlistas procedente de Valdeorras y formada por catorce hombres «capitaneados por un tal Carballo» atacó el día 13 la ferrería de Serviz, en el municipio berciano de Barjas. «Cometieron los crímenes que les son naturales, y habiendo destrozado cuanto había en el establecimiento, é intentado asesinar á los moradores, tomaron al amanecer el camino de Barjas», explica el informe.
El grupo guerrillero fue perseguido al día siguiente por la milicia urbana de Villafranca del Bierzo, que tras internarse en el territorio gallego consiguió darle alcance y atacarlo «en el punto y pueblo de Visuña» La persecución continuó por la zona del monte Faro -próxima a la localidad-, donde murió uno de los rebeldes, mientras otros tres resultaban heridos.
Cuatro fugitivos
En el combate -continúa el informe redactado por el gobernador civil-, la milicia gubernamental de Villafranca logró arrestar a la mayoría de los miembros de la partida carlista, que «arrojaron las armas al momento de ser atacados por los Urbanos», pero cuatro de ellos, «aunque heridos», lograron huir. Al parecer, los huidos ya no llevaban armas.
El boletín no contiene más noticias sobre el destino de estos cuatro fugitivos, pero el gobernador civil de León señala seguidamente a este respecto: «He dispuesto que los Concejos de Buzmayor, Visuña y las Cruces (del Reino de Galicia estas dos) verificasen en el día de ayer un reconocimiento escrupuloso del monte Faro, siguiendo los rastros de sangre de los heridos, por ver si se hallaba alguno de estos perdidos por dicho monte, ó escarriadas algunas armas, que con la premura de la acción no pudo verificarse aquel como era de desear».