Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Sanidade evita pronunciarse sobre el rechazo de la sociedad de radiología a su plan de reducir guardias

La Voz MONFORTE/LA VOZ.

LEMOS

27 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La negativa expresada por la Sociedade Galega de Radioloxía no supone cambio alguno para el proyecto de reforma de las guardias que hacen los médicos de esta especialidad en el hospital de Monforte. Es lo que aseguraron ayer los portavoces de la Consellería de Sanidade al ser preguntados si el plan se mantiene o queda en suspenso, visto el rechazo generalizado que suscita entre los especialistas.

En realidad, los representantes de la consellería se limitaron a asegurar que el pronunciamento de esta sociedad científica «no cambia nada» en un proyecto que provocó el rechazo. Y no añadieron nada más. No quisieron aclarar si piensan que hay margen para adaptar sus planes a las recomendaciones de la entidad que representa a los médicos gallegos especialistas en radiología, o si por el contrario seguirán adelante con su proyecto sin hacer caso alguno a estas sugerencias.

Desde luego, tampoco quisieron entrar a valorar el contenido de la resolución aprobada por la dirección de la sociedad de radiólogos de Galicia, que advierte contra los intentos de utilizar la telemedicina como instrumento para reducir costes en la sanidad pública y deja claro que estas ténicas solo se deben emplear en casos excepcionales o de maneria complementaria, y nunca para sustituir a la radiología clínica.

En cualquier caso, parece obvio que el dictamen en contra de esta sociedad médica supone un revés considerable para la consellería, porque sus responsables habían garantizado que se ceñirían a las recomendaciones científicas después de ver cómo su confirmación de que los hospitales de Monforte, O Barco y Verín podrían empezar a compartir guardias de radiología era recibido con sorpresa y rechazo frontal por el personal de radiología de estos centros y por el conjunto del personal sanitario. Los sindicatos advirtieron entonces que la organización de un sistema de guardias común para hospitales distintos supone una amenaza para la calidad de la asistencia que reciben los pacientes. En esta misma línea, la Sociedade Galega de Radioloxía advierte contra el riesgo de agravios comparativos entre pacientes de los hospitales grandes y los pequeños.