Bajada a la sima de O Courel

Francisco Albo
Francisco Albo QUIROGA/LA VOZ.

LEMOS

Miembros del Espeleo Club de Descenso de Cañones examinaron el pozo de Romeor poco después del desplome

23 nov 2010 . Actualizado a las 13:09 h.

Integrantes del Espeleo Club de Descenso de Cañones de Galicia (ECDC) realizaron un descenso a la sima que se abrió en un prado situado entre los pueblos de Romeor y Millares para examinar de cerca el fenómeno. La operación se realizó el 10 de julio, poco después de que se produjese el espectacular desplome, pero no trascendió mas allá del círculo de aficionados a la espeolología aunque este grupo la divulgó a través de su página web.

El descenso se efectuó sin problemas, aunque desde el colectivo espeleológico señalan que el lugar «está un poco peligroso». Bajando por una cuerda amarrada a un árbol situado a unos treinta metros, uno de los miembros del grupo llegó al fondo de la sima y comprobó que el material derruido está colmatado y aparentemente firme. «No se aprecia ningún paso ni continuación posible», explica. Durante la operación se observó también que en la pared del pozo -a un par de metros bajo la superficie del prado- se aprecian los restos de lo que parece haber sido la techumbre de una cavidad. Los espeleólogos creen que el subsuelo debió de crearse en cierto momento una galería, formada al parecer por pizarra, y que el desplome de esta cueva provocó la brusca abertura de la sima.

La intervención del ECDC ha permitido determinar con más precisión las dimensiones de la sima. La distancia entre el borde más elevado y el fondo del pozo es de unos veintiocho metros. En el momento en que se efectuó el descenso, las medidas de la boca eran de unos doce por ocho metros. El volumen del agujero, según los cálculos de los espeleólogos, oscila entre 1.400 y 1.800 metros cúbicos.

En cuanto al momento en que se produjo el hundimiento -aunque los propietarios del terreno y los vecinos de la zona no pueden señalarlo con exactitud-, se cree que pudo ser un par de semanas antes de llevarse a cabo el descenso, es decir, a finales de junio.

Riesgo de derrumbes

Los espeleólogos piensan que la sima no experimentará por ahora nuevos hundimientos. Lo que sí es muy probable -añaden- es que en breve plazo se registren derrumbes parciales en los bordes de tierra del pozo, ya que el terreno está cuarteado en diversos lugares. Para realizar la bajada se escogió con cuidado el punto con menor riesgo de desprendimiento. Dada la peligrosidad del lugar, desaconsejan a los curiosos que se acerquen a la sima para evitar accidentes que podrían tener consecuencias muy graves. «Lo más prudente es no aproximarse ni a este pozo ni a ningún otro que esté en esas condiciones, desprovisto de vallas o de cualquier medida de seguridad», señalan. Las intensas lluvias de los últimos días, además, hacen que el riesgo de desplomes sea todavía más alto.

Por su parte, el director del instituto geológico de la universidad coruñesa, Juan Ramón Vidal Romaní, cree que las observaciones realizadas por el ECDC no contradicen su hipótesis de que bajo la sima puede existir una cueva caliza de gran tamaño. A su juicio, si bien es posible que se formase una cavidad en las capas de pizarra del subsuelo -tal como apuntan los espeleólogos- y que el colapso de esta galería originase la sima, la causa principal del fenómeno tiene que estar en el derrumbe de una formación calcárea situada a más profundidad. «Si se formó un hueco en la pizarra, eso no pudo deberse solo a la acción erosiva del agua, porque la pizarra, al contrario que la caliza, no se disuelve en el agua -explica-, así que la explicación más lógica es que más abajo se haya desplomado antes la bóveda de una cueva calcárea».

El geólogo sigue creyendo conveniente realizar sondeos en la zona con georradar para intentar determinar los límites de esa supuesta cueva, ya que de ser cierta su hipótesis, en el futuro podría haber más derrumbamientos de este tipo. Un examen del subsuelo podría ser útil para prevenir posibles accidentes en la carretera LU-1304, que pasa a unos 75 metros de la sima.