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La sima de O Courel podría rellenarse con escombros de las pizarreras

Francisco Albo
Francisco Albo QUIROGA/LA VOZ.

VIGO CIUDAD

El geólogo Vidal Romaní cree posible tapar el hueco si en el subsuelo no hay una gruta de gran tamaño

01 dic 2010 . Actualizado a las 11:09 h.

La sima que se abrió en un prado de la aldea de Millares, en O Courel, podría rellenarse con escombros de las explotaciones pizarreras de la sierra, según opina el director del Instituto de Xeoloxía de la Universidade da Coruña. Juan Ramón Vidal Romaní. Pero para adoptar una medida de este tipo será preciso comprobar antes las dimensiones de la cueva caliza que supuestamente ha provocado el hundimiento.

Vidal Romaní, que tiene previsto visitar próximamente la zona para estudiar posibles soluciones con el gobierno municipal de O Courel, puntualiza que el rellenado del pozo solo será posible si esta gruta tiene unas dimensiones limitadas. En tal caso, la cavidad podría haber quedado ya colmatada por la masa de pizarra y tierra que su hundió al abrirse la sima, cuyo volumen -según calcularon los miembros del Espeleo Club de Descenso de Cañones cuando visitaron el lugar- oscila entre los 1.400 y los 1.800 metros cúbicos. Si fuese así, el agujero podría rellenarse de escombros sin temor a que se produzcan nuevos hundimientos. «Una vez hecho eso, solo quedaría cubrir de tierra el agujero y el prado sería totalmente utilizable otra vez», explica el geólogo. «Si los escombros quedan bien asentados, no habría peligro de que las filtraciones de agua provocasen más desplomes en el futuro porque el agua no disuelve la pizarra como lo hace con la roca caliza», añade.

Pero cabe también la posibilidad de que la cueva que presuntamente se halla en el subsuelo tenga una superficie mucho más amplia que la del fondo del pozo e incluso que se extienda a lo largo de centenares de metros. En ese caso, el rellenado no sería aconsejable porque los escombros tendrían aún mucho espacio para expandirse por el subsuelo y, en consecuencia, podría producirse un nuevo derrumbe. Para determinar con precisión el tamaño de la cueva -indica Vidal Romaní- se podría recurrir a los equipos de georradar con que cuentan los investigadores de la Universidade de Vigo. «Ya he hablado con ellos y están dispuestos a acudir en cuanto lo solicite el Ayuntamiento de O???????Courel», señala. Estos aparatos -continúa el científico- tienen un gran capacidad de penetración y pueden detectar cavidades situadas a gran profundidad bajo la superficie del terreno. Esta investigación, por otra parte, puede realizarse con mucha rapidez, por lo que no se tardaría en contar con datos concretos que permitan trazar un plan de actuación.

Carreteras

Por otra parte, Vidal Romaní insiste en que los sondeos con georradar son especialmente aconsejables en una zona como esta, ya que la carretera LU-1304 pasa a menos de cien metros del pozo. «Es perfectamente posible que la cueva se extienda por debajo de la carretera y sería necesario saberlo con certeza, porque si es así también podría verse afectada en el futuro por derrumbes de este este tipo», señala.

El geólogo considera además que estos sondeos deberían realizarse antes de planificar las obras de construcción o de reforma de carreteras que discurran por las zonas calizas de la sierra, como en todos los terrenos de relieve cárstico, en los que siempre existe la posibilidad de que haya grandes cavidades en el subsuelo.

En cualquier caso, sea cual sea la solución que se adopte en el caso de la sima de Millares, Vidal Romaní cree que el Ayuntamiento de O Courel debería contar con el apoyo de otras instituciones para llevarla a cabo y especialmente de la Diputación, ya que este organismo tiene la titularidad de la mencionada carretera.