El Ribeira Sacra sucumbió ante el Cantabria Infinita, derrota que prácticamente lo deja al borde del descenso. Las jugadoras de Rafael Petry eran conscientes de lo que se jugaban y salieron muy concentradas a disputar el encuentro. A pesar de su lucha y entrega, las monfortinas fueron superadas por el conjunto de Marcelo De Stéfano, que resolvió a su favor en los momentos claves del encuentro. Otro factor que influyó en el resultado final fue la inoportuna lesión de Una Pajovic.
En el primer set, las jugadoras de Petry empezaron muy bien, circunstancia que les valió estar con unas cortas desventajas. No obstante, errores en el saque y la falta de concentración en ciertos momentos el juego, desnivelaron la balanza a favor de las jugadoras cántabras.
En el segundo set, las monfortinas opusieron más resistencia a las locales. Su buen saque, su defensa intensa y unos remates óptimos se tradujeron en parciales muy ajustados a favor de las locales (8-7, 16-15 y 21-20). No obstante, la inoportuna lesión de Una Pajovic, descentró a las deportistas del Ribeira Sacra, que vieron como Rafael Petry tuvo que reajustar las posiciones en la pista, lo que volvió a desnivelar el encuentro a favor de las cántabras.
A pesar del 2-0 en contra, las monfortinas lo intentaron en el tercer set, pero no hubo reacción. En esto influyeron los cambios que tuvo que realizar el entrenador, que colocó a Elvia García de opuesta y a Rebeca Kruse en el centro. Al final, el juego cayó del lado del Cantabria Infinita. Al final del partido, el desánimo era patente en los rostros de la expedición del Ribeira Sacra.