Las jugadoras del Ribeira Sacra se achicaron y no supieron dar la cara en el partido más trascendental de la temporada. El equipo de Rafael Petry sucumbió con mucha claridad (3-0) ante el CV Las Palmas, resultado que deja a las monfortinas muy tocadas. Solo un milagro permitiría la permanencia del Ribeira Sacra en la élite del voleibol español la próxima temporada. Todo pasaría por una remontada del cuadro de Petry y por una pésima segunda vuelta de rivales directos de las monfortinas.
El partido no respondió a las expectativas que se esperaban por parte de las monfortinas. En el primer set, las visitantes nunca dieron la cara. Entraron muy mal en el juego, flojas en el saque y en la recepción, circunstancia que determinó el 1-0 a favor de las locales. En el segundo set, las monfortinas empezaron bien, ajustando correctamente el saque y adaptándose perfectamente al desarrollo del encuentro. No obstante, los errores llegaron en los puntos finales, que cayeron a favor de las canarias. El 2-0 fue una dura losa para las jugadoras de Petry, que ofrecieron su mejor versión en los primeros puntos, pero que no tuvo continuidad en los momentos decisivos.
Al final del encuentro, el segundo entrenador, José Valderrey, no se mordió la lengua a la hora de analizar el partido: «No hemos sabido dar la cara en un partido vital. Nos han superado en todas las facetas, porque cometimos errores garrafales».