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Bóveda tendrá el mayor centro para discapacitados de Galicia

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una empresa catalana terminará la residencia que empezó Eurolar

23 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una empresa catalana reflotará el proyecto del geriátrico que Eurolar dejó a medio construir en Bóveda hace cuatro años, aunque le dará un nuevo enfoque. Atención Integral Personalizada (ATI) invertirá 7,7 millones de euros en la puesta en marcha en este edificio de una residencia para 116 personas con discapacidades y un centro de día con sitio para treinta más. Será la mayor residencia de Galicia para personas con dependencias.

El proyecto lo presentaron ayer en el centro sociocultural de Bóveda representantes de la empresa promotora, la Xunta y el Ayuntamiento. El conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, confirmó ante los vecinos que acudieron al acto que esta iniciativa recibirá un crédito de cuatro millones del Igape, lo que supone algo más de la mitad del coste estimado para rematar la obra del edificio y equiparlo con los medios precisos. Todos insistieron en destacar lo que estas instalaciones representarán para Bóveda, porque prestarán un servicio social muy demandado, por los puestos de trabajo directos precisos para sostenerlo y por el movimiento económico que generará.

Según la información facilitada ayer por la Xunta, esta residencia estará abierta para mayores de 16 años «con discapacidade intelectual gravemente afectadas e dependentes». Fuentes del Ayuntamiento confirmaron además que todavía no está claro si habrá plazas concertadas, y por tanto a precios más económicos, o si las familias de los usuarios tendrán que pagar tarifas 100% privadas.

Preguntado por los periodistas presentes en el acto, el conselleiro de Economía e Industria evitó hablar de plazos. En cualquier caso, los responsables municipales dicen que en la empresa se proponen terminar la obra a tiempo para abrir antes de que termine el año. Tendrán que darse prisa, porque cuando Eurolar decidió paralizar la construcción del geriátrico solo había hecho entre un 25% y un 30% del trabajo.

Los nuevos propietarios del edificio han tenido que rehacer el proyecto técnico inicial, pensado para una residencia de ancianos con noventa plazas y un centro de día de sesenta. Por ejemplo, ahora no hará falta el tanatorio, un servicio imprescindible en un geriátrico, y habrá más espacio para el área de fisioterapia y la lavandería.