Los vecinos de Marei piden que inicien las obras para reponer un paso
18 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El río Tórdea es un afluente del Neira poco caudaloso, pero cuando se enfada sus aguas bajan con ímpetu. El día seis de enero agarró uno de los mayores cabreos de las últimas décadas y arrasó con todo a su paso por O Corgo. Puentes y alguna presa quedaron destruidos o muy dañados, con carreteras cortadas y aldeas casi aisladas. Una es la de Vilanova, en la parroquia de Marei, que todavía sigue con un paso provisional, no exento de peligro por el deterioro que presenta.
Aguas arriba, los habitantes del lugar de Rubial, en Fonteita, tuvieron más suerte porque la crecida no se llevó el puente y se limitó a cortar la carretera provincial y la pista de acceso a una casa. Dos o tres días más tarde fue restablecido el tránsito por la carretera y el camino de la casa incomunicada. Hace más de un mes también fue construido un muro de contención para evitar que el agua arrastre de nuevo la tierra y el firme de la carretera.
Todavía más arriba, en el kilómetro 2,577 de la carretera que va desde la provincial 1604 a Franqueá, por Castillón, un tercer puente quedó muy deteriorado y esta semana la Diputación anunció el corte del vial hasta el 10 de enero, para sustituir la plataforma.
En estos dos últimos pasos sobre el Tórdea los vecinos afectados tienen la suerte de que a la mala suerte de los daños no se sumó la de los conflictos políticos. Pertenecen a la Diputación y, con mayor o menor celeridad, acometió las reparaciones necesarias o lo va a hacer.
Pero en Marei los afectados están enfadados porque las instituciones se pasan la responsabilidad de que aún no haya comenzado la reconstrucción del puente. Es propiedad del Concello y la Xunta se comprometió a financiarlo o a colaborar, pero la Hidrográfica tiene que dar el permiso.
Presionados por los residentes, que recurrieron a los medios de comunicación tras la riada, en marzo acudieron al lugar la delegada de la Xunta y el alcalde, anunciando que en cinco meses estaría la obra hecha, dada la urgencia que requería. Pasaron ocho y todo sigue igual. Hay varias versiones. Según unos, ya no es problema de dinero y la culpa la tiene la Confederación, y según otros el permiso ya llegó pero la obra no se contrata. El resultado es que ciertos transportes siguen rodeando 20 kilómetros.
los puentes sobre el río tórdea