Los radioaficionados que pedían su conservación piensan que debe de crearse un museo

La Voz

LUGO

16 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La Asociación de Radioaficionados Pórtico de la Gloria se interesó durante años por la conservación de las torres, hasta el punto de que las llegó a usar para entablar contacto con otros lugares, muy alejados de la comarca de Terra Chá. Su director de comunicación, Fernando Rodríguez, explica que lo singular de sus actividades fue el empleo de unas instalaciones construidas durante la Segunda Guerra Mundial. Esa utilidad y la defensa de su valor no pasaron inadvertidas, y tuvieron como recompensa un premio que concedió a la asociación un museo de radioaficionados de Cádiz.

Pensar ahora, seis meses y medio después del paso del Klaus y de sus devastadoras consecuencias, en una hipotética reconstrucción parece difícil. Sería «casi imposible», en opinión de Rodríguez, cuya sensación es agridulce. Por un lado, advierte de que los esfuerzos útiles habrían sido los encaminados a preservar las torres cuando todavía estaban en pie; por otro, admite que sí se habían empezado a dar pasos para garantizar su conservación, con lo que la caída causó un disgusto mayor.

Así las cosas, Rodríguez cree que una buena solución podría ser un museo que recogiese el papel desempeñado por las torres a lo largo de décadas: «Aunque estén en el suelo, se pueden ver», dice Rodríguez, portavoz de una asociación en cuyo vocabulario la palabra indiferencia parece desconocida al hablar de estas torres: «Nuestro interés estará ahí siempre», afirma.