El buen tiempo, las actividades programadas y la gran asistencia de vecinos de Baralla hizo del día grande de las fiestas en honor a San Vitorio todo un éxito. La localidad, engalanada de manera especial para este día, dio comienzo a la celebración con una misa solemne en la iglesia del pueblo que se completó con una procesión alrededor del templo.
El mediodía, como toda fiesta gallega, estuvo presidido por la conocida como sesión vermú. Unas cañas, refrescos y pequeños aperitivos fueron acompañados por la música. En este caso, además, los que actuaban eran unos artistas locales. El grupo de danza Airiños do Neira. Durante su actuación interpretaron piezas tradicionales del repertorio popular gallego que fueron bailadas por niños y jóvenes del pueblo. El olor de los pucheros y las ganas de reunirse con la familia hicieron, sin embargo, que, una vez acabada la actuación, se aplazase la fiesta por unas horas. Hasta las seis de la tarde. A esa hora comenzó el espectáculo de magia en la plaza mayor con la actuación del mago Chrystyan Magic. Éste representó su obra «Sorrisos e xogos». Una representación que divirtió mucho a los pequeños y que sirvió para que los padres se juntasen en la plaza para hablar y pasar un rato agradable.
Por la noche las por algunos consideradas dos mejores orquestas del territorio gallego se dieron cita en esta localidad lucense. Panorama y París de Noia ofrecieron un espectáculo que sorprendió a los asistentes con los ritmos más actuales y una puesta en escena de gran calidad.