La decisión de las clínicas de Lugo y de Vigo de no facilitar prácticas a los alumnos de la Facultad de Veterinaria de Lugo porque se sienten perjudicadas por la actividad que desempeña el hospital Clínico Rof Codina, podría afectar a una media de entre 60 y 70 alumnos cada año, que son los que se licencian en cada promoción, según señaló ayer el presidente de la asociación de clínicas de Lugo, Ángel Romasanta.
La decisión adoptada por las clínicas lucenses, a la que se sumaron posteriormente las de Vigo, obligó a la Facultad de Veterinaria a buscar una solución para que sus alumnos puedan realizar las estancias o prácticas, que son obligatorias, sin las que no pueden obtener la titulación. Los estudiantes tienen que rotar por una clínica de animales pequeños, un matadero, dependencias de la administración y por producción animal (granjas) y elegir una de estas cuatro posibilidades durante un mes más. Las clínicas de animales pequeños y las granjas de producción son las más demandadas.
Estancias
Según Romasanta, para tratar de solucionar el problema generado por el plante de las clínicas, la Facultad de Veterinaria recurrió a un hospital veterinario privado de Ourense, que facilita las prácticas a los alumnos.
Las clínicas lucenses no admitirán alumnos en prácticas de la Facultad de Veterinaria desde este curso. Según Romasanta, habitualmente comenzaban las estancias en el mes de octubre, pero este año no contarán con estudiantes en formación. En Vigo la decisión fue adoptada después que se realizara el reparto por lo que, no pondrán en práctica el acuerdo adoptado probablemente hasta el curso próximo.
Mediación
Las clínicas de animales pequeños llevan tiempo quejándose de que el hospital clínico Rof Codina ejerce competencia desleal al tratar animales, a los que incluso coloca los microchips de identificación, cuando, según Romasanta, sus funciones son diferentes.
La presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios, Patricia González-Seco Vijande, declaró ayer que no tenía constancia de cómo había evolucionado el conflicto. Insistió que ella se había ofrecido como mediadora, pero no llegó a actuar en ningún momento porque ninguna de las partes se lo demandó. Respecto del traslado del problema al Consejo General de Veterinarios apuntó que desconocía la decisión que adoptó.
González-Seco dijo que está dispuesta a intervenir en el momento en el que alguna de las partes se lo pida.