Todo parece indicar que para conseguir sacar una multa en la Policía Local lucense era preciso tocar la tecla exacta. La juez investiga cuántas personas estaban dentro de la trama, quiénes eran y si recibían algún tipo de beneficio a cambio de deshacerse de sanciones.
Prueba de que era necesario saber exactamente a quien dirigirse es lo que un agente del Cuerpo Nacional de Policía le dijo en una conversación telefónica mantenida con el inspector José Ramón Vázquez Río. El policía lo llamó en una ocasión para pedirle que le sacara una multa de radar y el agente municipal le dio una serie de explicaciones de los pasos que iba a dar, entre ellos hablar con uno de sus compañeros que estaba en en el coche que portaba el aparato.
De acuerdo con algunas informaciones, el policía nacional le respondió a José Ramón Vázquez Río: «Como no sea uno de los nuestros, no vas a hacer nada».
La sanción al policía nacional fue realizada el 25 de mayo de 2009 y al día siguiente llamó al móvil al inspector para informarle de la situación. El radar estaba situado en la avenida de Madrid y captó al agente circulando a más velocidad de la permitida cuando, al parecer, volvía a casa.
«A ver si arreglamos algo»
El agente de la policía local lucense no se compromete en firme a la retirada de la multa en cuestión, si bien en algún momento de la conversación le dice a su colega de la nacional, «a ver si arreglamos algo». Para llevar a cabo la gestión le dice que debe hablar con la persona que puso el radar.
La sanción impuesta al policía parece que es una de las muchas que figura en el expediente judicial. De acuerdo con diversas informaciones hay más de doscientos boletines de denuncias formuladas a conductores que cometieron diversas infracciones con sus vehículos. Es posible que muchas de estas multas no llegasen a ser cobradas.
Casos curiosos
Hay casos muy curiosos, como por ejemplo el de una sanción impuesta a un camión de recogida de basuras cuyo conductor dejó aparcado toda la noche en una parada de autobús en la zona de la avenida de As Fontiñas. En la relación figuran también multas por conducción temeraria, de radar e incluso de alcoholemia.
Algunos ciudadanos incluso recurrieron a sus amigos y contactos en la Policía Local para, supuestamente, no pagar las multas que les impusieron los controladores de la ORA y que suponían sanciones de unos 40 euros, las más bajas de todas las que se imponen.