Señala en el Cartafol do Museo María Quiroga Rodríguez, que Hambre en Lugo retrata como ninguna obra de Jesús Rodríguez Corredoyra (Lugo, 1887-Santiago, 1939) «a tristura e a anguria dun pobo». El cuadro, explica, tiene una composición que recuerda a las obras de Zuloaga y con reminiscencias de El Greco. Sitúa en el primer plano a dos figuras; en el centro, a un sacerdote misionero con una gran cruz y a la derecha, una mujer con pañuelo en la cabeza y arrodillada en actitud orante. También, a la derecha, hay una procesión de mujeres que salen de la ciudad siguiendo a un misionero. El cuadro incluye una firma que hace referencia a una misión que se llevó a cabo en la ciudad en 1906 por el obispo Benito Murúa. La obra, señala Quiroga, está al servicio de la espiritualidad, con el alargamientos y deformación de las figuras.