La capital lucense vive una oleada de robos a establecimientos de hostelería sin precedentes. En lo que va de año fueron asaltados decenas de establecimientos por parte posiblemente de algún grupo organizado cuyo objetivo principal es apoderarse del dinero de las máquinas recreativas y también de la recaudación de las registradores. Pocas veces suele desaparecer mercancía. Fuentes policiales aseguraron que el robo de la recaudación de las tragaperras resultaba rentable, no así el de las registradoras que sus propietarios suelen dejar vacías.
El hecho de que una misma noche los cacos hubieran entrado en varios establecimientos hace pensar en que pudiera tratarse de una banda. A nivel oficial existe silencio absoluto sobre esta oleada. Los casos de estos robos que se ocultan a los medios llegan a diario a los juzgados lucenses. Mientras tanto, no se conoce que se hubiera practicado detención alguna re relación con los asaltos. En la mayoría de los casos sonaron las alarmas, pero no sirvió de nada.
En el mes de enero hay constancia del robo realizado en la cafetería del Hospital de Calde. Los ladrones rompieron el cristal de una puerta y en el interior arrancaron la caja registradora con más de 500 euros. Sonó la alarma, pero nadie la escuchó. Ni tan siquiera el vigilante de seguridad.
También en el primer mes del año existe constancia de un intento de robo en una parrillada de la calle Otero Pedrayo. Los cacos no consiguieron entrar por alguna razón que no se llegó a conocer, sin embargo destrozaron la puerta de acceso.
Durante el mismo mes, en el que los ladrones estuvieron hiperactivos, también entraron en un bar de la calle Fisterra. A los cacos no les preocupó más que ir a por el dinero de la máquina recreativa. El dinero que había en su interior fue calculado en algo más de ochocientos euros.
A principios de enero, los enemigos de lo ajeno también pasaron por una cafetería de Alfonso X el Sabio. Forzaron la puerta y después la tragaperras y la registradora. Incluso llegaron a arrancar la máquina del cambio. Los daños que ocasionaron fueron muy cuantiosos, concretamente casi dos mil euros.
En un pub
No solo se produjeron robos en bares o restaurantes. Los ladrones también se pasaron a finales del mes de enero por un pub ubicado en la carretera vieja de Santiago. Lo hicieron de madrugada. Esperaron a que el local cerrara para fracturar una ventana y colarse en el interior.
En este caso funcionó perfectamente la alarma y los ladrones se dieron a la fuga sin conseguir llevarse nada. Los responsables del establecimiento encontraron al día siguiente que éste se encontraba totalmente revuelto, con numerosos objetos tirados por el suelo.
Otro de los robos de los que se tuvo constancia se produjo en un restaurante bar de la zona del Carril das Flores, en este caso ya este mes. Los ladrones forzaron la puerta de entrada destrozando la cerradura y causaron daños cuantiosos en el marco. Ya en el interior se fueron directamente a la máquina tragaperras. Violentaron la misma y se llevaron el dinero que había en el interior.
Este establecimiento disponía de servicio de alarma, sin embargo no llegó a sonó. Se desconoce si fue manipulada por los autores del robo para poder trabajar cómodamente.