Comenzó sus conciertos en 1890, pero en los años cincuenta las orquestas la mataron. Ayer, la banda de Vilacendoi volvió a revivir porque la Asociación Veciñal de Bocamaos organizó un homenaje que resultó todo un éxito. Prácticamente todos los vecinos de este pueblo próximo a la capital lucense se sumaron a los actos y lo hicieron muchos de ellos vestidos con ropas y calzados antiguos. Participaron más de 200 personas. La organizadores obtuvieron numerosas felicitaciones por el trabajo realizado tanto en la recuperación de documentación y fotografías como en programar todas las actividades de ayer.
Seis ex componentes de esta banda estuvieron presentes en los actos de ayer. Se trata de Manuel González Ferrero, de 93 años; Amador Sandar Román, de 90; Ángel Sandar Blanco, de 79; Antonio González Rebolo, de 80; Aniceto Santos Meilán, de 78 y José Rodríguez, «Baldomero», de 77. Alguno de ellos incluso se animó a tocar ayer algunos compases con un instrumento cedido por un componente de la banda de Lugo que ofreció un concierto ante la vieja escuela parroquial.
Después del descubrimiento de una placa conmemorativa del acto tuvo lugar una misa solemne con procesión y, a posteriori, una comida vecinal a la que se sumaron más de doscientas personas. El menú consistió en lacón cocido, «carne ao caldeiro», caldo y queso con membrillo.
En el almuerzo, los asistentes degustaron pan casero elaborado para la ocasión. También ayer los organizadores hicieron una «fornada» para recordar tradiciones antiguas que están a punto de perderse. En este sentido, en el centro del pueblo organizaron una muestra en la que participaron un cesteiro, un afiador, un zoqueiro y un crabuñador. Incluso mostraron en el lugar un batuxo de los que utilizaron en algún tiempo los vecinos de la zona. También fue exhibida una máquina de limpiar cereal.
En la escuela de la parroquia estuvo abierta una exposición con los instrumentos de los músicos de la banda, fotografía históricas de la agrupación y también de algunos de sus miembros. La recopilación de la documentación fue un laborioso trabajo que los organizadores comenzaron en el otoño pasado cuando surgió la idea de rendir homenaje a los músicos. Ahora esperan poder tener apoyos para poder publicar un libro sobre la banda.