Un peregrino gigantesco y pesado

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA/LA VOZ. |

LUGO

Alumnos del primer curso de ciclo superior de mantenimiento del Gregorio Fernández elaboraron una escultura metálica de 4 metros de alto y 700 kilogramos

27 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Sarria cuenta desde ayer con un nuevo referente para los peregrinos, la gigantesca escultura de un romero realizada con todo tipo de deshechos metálicos: engranajes, tornillos y otras piezas por los alumnos del primer ciclo superior de mantenimiento del instituto Gregorio Fernández.

El peregrino de acero mide más de cuatro metros de alto, contando la peana de cemento, y pesa alrededor de 700 kilogramos.

La idea de este proyecto partió de uno de los profesores, Luis Hospido, y fue asumida como un reto por los 22 integrantes del curso, 21 chicos y una sola chica, así como por el director del centro, Fernando Díaz Copa.

Los trabajos comenzaron a principios de curso con el diseño del proyecto y la preparación de todo lo necesario para elaborarlo. La construcción se inició poco antes de final de año y los últimos meses los dedicaron a ensamblar todas las piezas.

La escultura dispone de todos los aditamentos de una persona que esté realizando el camino: capa, sombrero, sandalias, zurrón, concha de vieira y un bastón de casi 80 kilogramos para apoyarse. Lo más curioso es que alguna de las piezas son articuladas, como el zurrón, que puede abrirse. La obra descansa sobre un mapa de Sarria y en su base figuran el nombre del centro y de la clase que hizo el trabajo. Su ubicación será en la fachada principal del instituto. Solo carece de rostro para dotarle de carácter universal.

Trabajo en equipo

El objetivo del proyecto, según Luis Hospido, fue «que os rapaces aprendan a soldar e traballa en equipo». Para realizarlo tuvieron que utilizar varias técnicas como soldar con electrodo, semiautomática, cortar, utilizar la prensar para confeccionar las piezas. Su gran tonelaje obligó a montarlo en dos partes.

Fernando Díaz Copa valoró el trabajo en equipo realizado por los alumnos para culminar el proyecto. «Ten un mérito dobre, xa que por un lado usaron materiais que iban acabar no lixo e así recicláronos e tamén ten un gran valor artístico».

Por su parte, Claudio Garrido valoró la importancia de contar con una obra de arte más en pleno Camiño Francés. «A partir de ahora ya será un referente en Sarria y aparecerá en todas las guías en las que se muestren las excelencias que el Concello ofrece a todos los que quieran visitarnos».