La mayoría de los osos pardos avistados son ejemplares de poca edad. La Patrulla Oso se ha puesto de nuevo en marcha para disuadir a furtivos y evitar daños
30 oct 2010 . Actualizado a las 18:48 h.La semana nos deja dos noticias de osos. Una buena y otra mala. La mala es que los osos autóctonos han desaparecido de los Pirineos. Una vez que Camille, el último que quedaba, murió el pasado invierno enfermo y a una edad avanzada, parece confirmada la extinción. «Después de 30 años de trabajos de seguimiento de la población osera pirenaica y de la aportación de decenas de millones de euros, supuestamente para beneficiar a los osos, en las montañas pirenaicas ya no vive ningún oso de origen autóctono. Con esta situación se da fin al quizás mayor fraude cometido, basándose en la conservación de la biodiversidad en España», sentenciaba el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas). Esta oenegé ha censurado duramente a los gobiernos de España y Francia, y a los de las comunidades autónomas de Navarra, Aragón y Cataluña por haberse embarcado también en otro caro fiasco, la reintroducción de osos en los Pirineos procedentes de Eslovenia. Fapas cree que todo obedeció a una estrategia planificada por las instituciones turísticas francesas, que pretendían desarrollar una campaña de promoción turística.
Mientras, al otro extremo de las montañas del norte peninsular, en Os Ancares y O Courel, todavía hay algo de luz al final del túnel para evitar que el oso pardo autóctono desaparezca. Para no dar otro paso más en el empobrecimiento biológico de la montaña, donde desapareció el urogallo y todavía no hay un mínimo acuerdo sobre el tan reiterado proyecto, nunca conseguido, de crear un parque nacional. Puede que la galopante despoblación provoque el inmovilismo, porque, a menos gente, menos votos, menor presupuesto y atención de las Administraciones. Resulta paradójico que, cuando el hombre ocupaba a conciencia hasta el último rincón de Os Ancares, cuando los pueblos estaban llenos no quedaba una brizna de hierba sin cortar, todas las especies salieron adelante, como una cadena, sin tanto conflicto y demagogias actuales. Es ahora, cuando la tasa de actividad humana en la provincia es bajísima (53,19%, la tercera peor de España solo por detrás de la de Ourense y Melilla), cuando más destacan los problemas ambientales. Recordar que el decaimiento de la población en Cervantes y As Nogais, por poner dos ejemplos, es notorio. El último censo dice que en el primer municipio viven 1.731 almas (971 hombres y 760 mujeres) y en Navia 1.441 personas (778 varones y 663 mujeres). Las proyecciones de población realizadas son desalentadoras.
Más visitas
La buena noticia, siempre hay que alegrarse por el vecino, , es que los osos aumentan su presencia en el Este de la provincia. La Xunta y la Fundación Oso Pardo han tenido a bien retomar la colaboración para mirar un poco por estos asombrosos animales, solitarios exceptuando los períodos de celo, y que siguen amenazados por venenos y lazos, pese a que su colocación es un delito penal que puede alcanzar penas de prisión, multas e inhabilitaciones para cazar. La Patrulla Oso Galicia está de vuelta, aunque sea con dos de los tres integrantes que tenía, y seguirá coordinándose con los técnicos y vigilantes de la reserva de caza de Os Ancares, repartiendo pastores eléctricos para proteger colmenares y cultivos, y tornando de la plaga de jabalíes en la zona y montes limítrofes. La mayor parte de los que pasan temporadas en Galicia son jóvenes. Son esquivos y es difícil saber si se trata de macho o hembra, a menos que vayan acompañados de crías.