El concejal Piñeiro no dejó de señalar la preocupación del gobierno local por la capacidad de almacenamiento de agua dentro del recinto del nuevo hospital. Si necesitan -dijo- 1.200 metros cúbicos día y sólo disponen de un aljibe con esa capacidad, «¿qué pasa se un día hai algún problema con subministro dentro do propio recinto?». Añadió: «Vanse ver nun serio problema». No obstante este aviso pareció más bien una forma de devolverle la pelota a la Xunta, después de que ésta sugiriese que la insuficiencia del suministro de agua (según los nuevos cálculos) podría demorar la puesta en servicio del nuevo hospital.
Por otro lado, el edil negó que no hubiese intercomunicación entre los sistemas de llenado del aljibe y de bombeo; indicó que éste cuenta con un control automático, que funciona según las necesidades de llenado. El citado concejal no ve problemas para instalar también una bomba que funcione a gasóleo, con el fin de tener una alternativa en caso de que haya problemas eléctricos. En cuanto al plan de contingencias que solicita la Xunta, Piñeiro señaló que es algo que pueden elaborar sin ningún problema los técnicos.
Por su parte, Antón Bao (BNG) cree que «as queixas da Xunta son unha mala disculpa para non abrir o hospital nada data anunciada».