El club de pescadores Os Troiteiros, de Ombrerio, que tiene la cesión del refugio de Seivane, propiedad de la Xunta, donde fueron ocultadas armas y donde se reunían policías del club Santo Ángel expresó ayer que, en ningún momento tuvo conocimiento de que dichas instalaciones fueran utilizadas para algún tipo de de actividad ilícita o ilegal. Añaden que el refugio fue utilizado durante años por diferentes asociaciones de cañistas que acudían a pescar al coto de Ombreiro y que aprovechaban la jornada para comer en las inmediaciones del puente colgante donde hay habilitada una zona con mesas sillas y varias parrillas.
El club estima que la instalación no es un minichalé y que, ni mucho menos, está en un lugar paradisíaco. Explica que se puede llegar con facilidad. Asimismo, afirma que el refugio no fue utilizado para celebrar fiestas nocturnas o de dudosa legalidad, «sino comidas al aire libre al que acudían familias enteras». Os Troiteiros piden que no se les relacione con la operación Carioca ni con otra trama. Dicen estar completamente al margen de actuaciones que pudiera realizar algún miembro a título individual.