El voleibol vuelve una vez más su mirada hacia Lugo. Majo Corral, jugadora del Emevé, se convertirá en embajadora de la ciudad de las murallas por el mundo a lo largo del verano. Las Palmas, Portugal, China o Canadá son algunos de los destinos que la deportista abordará durante los meses estivales. Y, con veinte años, su futuro se presenta esperanzador.
Majo Corral compaginó varias modalidades deportivas a lo largo de su infancia. Atletismo, baloncesto, voleibol, ... Pero fue esta última la que captó su atención. «Era la que más me gustaba y en la que más destacaba», afirma. Ahora, un verano más, la selección española se ha fijado en ella para que cubra varios frentes de la versión de playa.
La primera cita tendrá lugar en Vigo, donde disputará un Open junto con su prima Valal. Ambas se convirtieron en la sensación de la modalidad cuando, hace unos días, vencieron en la prueba que tuvo lugar en Gijón.
Después, Majo Corral tratará de acumular el cuarto cetro de campeona de España sub-21 de vóley playa en Las Palmas. «Quiero ganar», asegura.
Tras una larga campaña en pista, en la que compitió con el Emevé en la Superliga 2, la transición a la superficie arenosa no es sencilla. «El problema es que, durante la temporada, apenas remato, recibo o ataco. Y es lo que más cuesta para adaptarse al vóley playa», explica la colocadora.
Internacional
Después de comparecer en el campeonato doméstico, Corral deberá hacer las maletas. En Oporto, deberá enfrentarse a deportistas más veteranas que ella en el Europeo sub-23. Después, la Universiada de China se dibuja como una de las citas más exigentes del calendario. Como colofón, ya a finales de agosto, emprenderá rumbo a Canadá para tomar parte en el Mundial sub-21.
Ana Bouza, madre y ex entrenadora de Majo, asegura que disfruta más ahora que cuando estaba a pie de pista. Y desvela que el contacto de su hija con el vóley viene de lejos: «Estaba embarazada de cinco meses y aún jugaba en la playa».
Entre todas las alegrías, una espinita para Majo. No competirá con Galicia en el Nacional pese a que era su deseo. Las trabas federativas con respecto a su compañera andaluza, que también deseaba competir bajo la bandera galaica, se lo impiden.