O Pituso la tomó con una gasolinera de Monforte y la asaltó 5 veces, según el fiscal
LUGO CIUDAD
Hay cuatro gasolineras en Monforte y sus alrededores, pero M. F. P. -con antecedentes por robo con violencia - supuestamente se empeñó en atracar siempre la misma. El fiscal le imputa un total de cinco asaltos en la estación de servicio O Toxal, situada en la N-120 cerca de Expo Lemos. Cuatro de esos hechos se produjeron en un plazo de cuatro meses, entre abril y junio de 2009.
O Pituso, como así se conoce al imputado, presuntamente se emperró en darle el palo a la misma gasolinera y ayer fue juzgado por ello en Lugo. Se enfrenta a una petición de condena por parte del fiscal de nueve años y medio de cárcel. Actualmente se encuentra ingresado en la prisión de Bonxe. Desde que se produjo esa circunstancia, en O Toxal, como así se llama la estación de gasolinera objetivo preferente de M.F.P., respiran tranquilos.
Según el fiscal, la primera vez que este hombre descubrió la gasolinera en cuestión fue el 17 de agosto de 2008. Ese día supuestamente fracturó la puerta de entrada causó más daños que el dinero que realmente se llevó. Los desperfectos fueron de 202 euros y el botín de 170.
El acusado planeó para el 25 de abril de 2009 su primer atraco. Según el acusador, se puso una funda de mecánico y un pañuelo rojo debajo de la nariz para disimular la cara. Con un cuchillo en la mano intimidó al empleado al que le ordenó que se tirase al suelo. Lo oprimió con el cuchillo, le ató las manos a la espalda con cinta de embalar y le arrebató la billetera en la que tenía 60 euros. Después, abrió la registradora y se llevó unos 500 euros.
El 14 de mayo de 2009 volvió a robar en el mismo establecimiento. Se apoderó de 180 euros, según el fiscal. Volvió en la madrugada del 20 de junio de 2009 y, como vio que la registradora estaba vacía arrancó un teléfono de monedas y cogió del mismo toda la recaudación. Los desperfectos fueron tasados en 202 euros y el teléfono en 137.
El 23 de junio de 2009 cometió otro atraco, de acuerdo con la acusación pública. Se tapó la cara con una bufanda y con una maza en una mano y un cuchillo en la otra, conminó al empleado para que saliera y, seguidamente, abrió a mazazos la registradora de la que se llevó 555 euros. Los desperfectos fueron evaluados esta vez en 538.
El fiscal también le atribuye el robo de una escopeta que estaba en el interior de un domicilio particular en Monforte. Este hecho fue llevado a cabo entre el 24 y el 27 de abril de 2009.
En el juicio celebrado ayer, el fiscal pidió que le impusieran 18 meses por hurto y ocho años por los robos continuados.